miércoles, 16 de octubre de 2013

SHIN - Mínimo esfuerzo = Máxima eficacia


El mejor uso de la energía mental y física o Máxima eficacia con el mínimo esfuerzo es la base del Judo, ya que su significado es «emplear la técnica y no la fuerza bruta». Esta fórmula, o sea «el mejor empleo de la energía», queda circunscrita a dos elementos, a saber: Esfuerzo y Eficacia. El Esfuerzo es la causa, y la Eficacia la consecuencia, el efecto. Mínimo y máximo de intensidad.  
 

    Partiendo de estos elementos básicos, se pueden establecer las siguientes fórmulas, combinando el orden del modo siguiente:


Mínimo de esfuerzo = Mínimo de eficacia
Máximo de esfuerzo = Máximo de eficacia
Máximo de esfuerzo = Mínimo de eficacia
Mínimo de esfuerzo = Máximo de eficacia
 

    Las fórmulas primera y segunda, parecen las más lógicas. La primera es propia de los gandules, los temerosos o los seres débiles; en efecto, el miedo, la debilidad, la falta de confianza en sí mismo, impiden la acción eficaz y la frenan. El esfuerzo al ser insignificante o estar mal dirigido, no puede dar resultados positivos.
 
    El segundo enunciado está integrado por los fuertes, los violentos, los que se mueven por el incentivo del lucro, los que poseen un espíritu de dominación; la necesidad de imponerse hace que los partidarios de esta fórmula se empleen a fondo, arremetiendo contra los obstáculos con inusitado impulso, barriéndolos y derribándolos sin economizar esfuerzos ni pesares, logrando unos resultados casi siempre a la medida al esfuerzo empleado, mas con el gran inconveniente de que dejan al vencedor totalmente exhausto y, en ocasiones, incapaz de aprovecharse de la victoria. Por tanto, es raro que al encontrarse con un adversario incluido en este grupo, se pueda salir ileso del combate.
 
    Es evidente que de las cuatro fórmulas, la tercera es la peor y, por desgracia la más generalizada. Muchos practicantes de Judo y también muchas personas en su vida, se esfuerzan sin resultado, malgastando una gran cantidad de energía para conseguir resultados mínimos.
 
    Llegamos, finalmente, a la cuarta formulación, la Vía de la agilidad, que exige mucho más que las otras tres. Aquí entra en juego la inteligencia en las mismas proporciones que la fuerza, el coraje, el valor, el ímpetu, la tenacidad y la paciencia. El mínimo de Esfuerzo no supone pereza, descuido o abandono sino todo lo contrario, ya que el entrenamiento es largo y penoso, tanto en el aspecto físico como en el mental.
 
    El secreto está en ahorrar energías. Debido a que nadie puede estar seguro del porvenir, las cosas mejor calculadas pueden salir mal y nadie puede estar seguro de que mañana saldrá todo como se planeó. Hay que saber economizar fuerzas para proseguir el combate en caso de que el mismo se alargue más de lo previsto y estar en condiciones de hacer frente a cualquier imprevisto. Y para lograr esto, es indispensable ahorrar energía y utilizar un mínimo de esfuerzo. Esta es una de las finalidades del Judo, su diríamos aspecto espiritual.


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