sábado, 25 de febrero de 2017

GI - Judo olvidado: Obi-goshi (presa de cadera por el cinturón)

 Obi-goshi es una técnica de cadera (Koshi-waza) que aparece en el libro 'Mi método de Judo' de M. Kawaishi editado por primera vez en 1955. Según este método, Obi-goshi es una técnica muy parecida a Uki-goshi que se ejecuta de la forma siguiente:

"La misma postura y los mismos contactos que para el primer movimiento de cadera (Uki-goshi), pero el brazo derecho de tori pasa frente al pecho de Uke, con el tríceps apoyado sobre el deltoides de Uke, y su mano derecha agarra el cinturón del último, con los dedos hacia delante y la palma contra el estómago.

 La tracción con el brazo izquierdo de Tori sobre la manga derecha de Uke está, al principio, ejercida hacia delante y abajo, y luego gira hacia el lado izquierdo."


sábado, 11 de febrero de 2017

TAI - Fisiología de Shime-waza

 Con las técnicas de estrangulación (Shime-waza) en Judo, se busca controlar al oponente ejerciendo presión sobre su cuello mediante las manos, los brazos, las piernas o las solapas del judogi, obligándole finalmente a abandonar.

 Las técnicas de estrangulación se basan en la aplicación de presión sobre el cuello de Uke, buscando con ello el desencadenamiento de tres tipos de mecanismos fisiológicos: asfíxicos (respiratorios), circulatorios y nerviosos.

 Existen tres tipos de estrangulaciones según el mecanismo fisiológico que se desencadena por la presión sobre el cuello: aéreas o respiratorias, circulatorias o sanguíneas y nerviosas.

 Factores determinantes: intensidad de la fuerza o de la presión aplicada, dirección de la misma y, sobre todo, región del cuello sobre la que se ejerce dicha presión.

 Cuando la fuerza se aplica sobre la parte anterior del cuello (desde delante hacia atrás), fundamentalmente se trata de mecanismo asfíxico y, en menor medida, circulatorio y nervioso.

 Cuando la fuerza se aplica sobre los laterales del cuello, fundamentalmente se trata de mecanismo circulatorio y, en menor medida, asfíxico y nervioso.

 En cualquier caso, la mayoría de las técnicas de estrangulación suelen poner en funcionamiento al mismo tiempo los tres mecanismos, aunque no de la misma forma o con la misma intensidad.


TIPOS DE ESTRANGULACIONES.

1. ESTRANGULACIONES RESPIRATORIAS O AÉREAS:

La presión se ejerce sobre la parte anterior del cuello (desde delante hacia atrás).

 El mecanismo de asfixia se activa por compresión directa de la tráquea o la laringe, generando una disminución parcial o total del diámetro de las vías respiratorias.

 En otras ocasiones se produce por presión sobre el hueso hioides (unido a algunos músculos de la laringe), que es desplazado hacia atrás, provocando que la lengua tapone el orificio superior de la laringe e impidiendo así la entrada de aire a los pulmones.


 En ambos casos se impide total o parcialmente el aporte de oxígeno a los órganos a través del sistema circulatorio. Pueden resultar dolorosas.

2. ESTRANGULACIONES CIRCULATORIAS O SANGUÍNEAS:

La presión se ejerce sobre los lados del cuello.

  El mecanismo circulatorio se pone en funcionamiento al ejercer presión sobre los vasos sanguíneos cervicales, principalmente venas yugulares y arterias carótida y vertebrales.

  Así se neutraliza o reduce el aporte de sangre, rica en oxígeno y nutrientes, al cerebro a través de las arterias. Además, se impide el retorno venoso (eliminación de los deshechos metabólicos), lo que dificulta el funcionamiento normal del SNC.

Más efectivas que las respiratorias al requerirse menor presión y, además, no resultan dolorosas.

3. ESTRANGULACIONES NERVIOSAS:

 El mecanismo nervioso actúa cuando se ejerce presión sobre los nervios que atraviesan el cuello, básicamente sobre el llamado vago o neumogástrico.

 Se originan trastornos de funcionamiento en los sistemas circulatorio y respiratorio, es decir, los mecanismos asfíxicos y circulatorios entran en juego.

 Aunque es un grupo diferenciado por el mecanismo de actuación, no se puede hablar de estrangulaciones puramente nerviosas, aunque el componente nervioso esté presente en la mayoría de ellas.

EFECTOS DE LAS ESTRANGULACIONES.

En unos informes publicados por el Kodokan en los años 50 y 60 se dice:

"Los sujetos sometidos a estrangulación presentaron, en general, una expresión de agonía y tenacidad en sus rostros, pero todos perdieron la conciencia entre los 8 y los 14 segundos. El monitor dejaba de presionar tan pronto como el sujeto perdía la consciencia, por lo que la recobraba de manera natural y sin ninguna dificultad entre los 10 y los 20 segundos después.

 A esto siguió un pronto retorno a la normalidad. La mayoría de sujetos experimentaron sueños placenteros durante la inconsciencia. Las pupilas estaban dilatadas y la mayoría presentaban espasmos musculares durante este período. La variación de la presión de la sangre indica que el estado de inconsciencia que seguía al Shime es muy similar a las condiciones que rodean un Shock general.

 Los síntomas de la inconsciencia experimentada en Judo son similares a "un muy breve ataque epiléptico". Todos los que han experimentado la pérdida de consciencia en Judo dicen que la sensación no es desagradable del todo, incluso es buena. Algunos decían que era como estar en un sueño, otros como estar volando a través del espacio, mientras que otros comentaban haber visto un hermoso decorado. Es interesante destacar que ninguno de ellos tuvo pesadillas. Hubo quienes no recordaban nada, pero confirmaron que la sensación era bastante agradable y a modo de broma pidieron repetir la experiencia.

 Se confirma que la inconsciencia provocada por el Shime-waza en Judo es una reacción temporal, la cual incapacita al oponente por un corto período de tiempo y cuya acción es bastante inocua siempre y cuando se afloje la presión inmediatamente una vez se produzca la pérdida de consciencia."