sábado, 23 de enero de 2016

TAI - Prevención de lesiones 6ª parte

Control de la salud y acondicionamiento.

① Auto-control de la salud (competidores y tutores)

  Para elevar la capacidad competitiva, previniendo las lesiones y los accidentes, resulta indispensable que el propio competidor realice el control de su salud a través de exámenes o chequeos médicos periódicos. 

 Tanto en el entrenamiento como en las competiciones, el cuerpo es sometido a una importante carga. Por ejemplo, hay casos en que el corazón trabaje normalmente en reposo, pero que muestre alguna anormalidad durante el trabajo físico. Ante cualquier duda o incertidumbre, se debe consultar al médico sin vacilar.

  También es necesario que el instructor tenga conocimiento del estado de salud de los competidores, como por ejemplo si tienen alguna enfermedad crónica y cómo se están tratando. Especialmente en los casos de practicantes del nivel primario o niveles inferiores, resulta importante contar con la colaboración de los tutores, por ejemplo mediante el uso de alguna libreta de comunicaciones.

- Casos de competidores comunes
Chequeos médicos periódicos, exámenes médicos completos, examen de enfermedades relacionadas con el estilo de vida (síndrome metabólico, etc.).

- Casos de competidores que buscan elevar su rendimiento
Controles de medicina interna (examen de anemia, ecocardiograma, etc.), controles kinesiológicos (exámenes de barrido de las articulaciones, etc.), controles ginecológicos.

② Acondicionamiento

  Acondicionamiento significa preparar todos los factores para obtener el máximo rendimiento deportivo, incluyendo los controles de salud rutinarios. Para ello la base se encuentra en el cumplimiento de un estilo de vida disciplinado y mantener una nutrición equilibrada. Especialmente, cualquier desorden alimenticio produce un desequilibrio en la proporción de los nutrientes y puede dar origen a un malestar físico o alteraciones en la recuperación de la fatiga.

  Además, un control muy forzado del peso genera también un gran stress tanto físico como mental. Por ello, es importante realizar un control del peso de forma programada, teniendo en cuenta la magnitud del trabajo físico y la ingesta de calorías. La reducción brusca de peso no sólo trae aparejado directamente una reducción de la capacidad deportiva, por la disminución de la masa muscular, sino también, presenta el riesgo de desencadenar una alteración de la condición física.

  Por ello, resulta importante llevar un registro periódico no solamente de los factores físicos, sino también de los factores psicológicos y condiciones técnicas y que éstos sean compartidos y controlados de forma común entre el competidor y su instructor. Un registro periódico resulta útil para realizar comparaciones sobre la evolución de la condición deportiva.

  Dentro de los competidores, se encuentran aquellos que no se animan a informar sobre su mala condición física aunque sean conscientes de ello y otros que continúan con el entrenamiento por decisión propia. Para que el entrenamiento diario se pueda realizar de forma segura, resulta necesario evaluar y confirmar la condición física de forma regular y que el competidor y el instructor lleven a cabo de forma conjunta el control de la salud.


Fuente: "Instrucción segura del Judo - Cómo prevenir accidentes-" Editado por la Federación de Judo de Japón.



viernes, 8 de enero de 2016

SHIN - Con la piedra en el bolsillo

  Una vez un viejo maestro de Ju-jutsu se entrenaba junto a un discípulo en unas montañas de espesa arboleda. Al acabar el entrenamiento sentían mucha sed, por lo que mandó a su alumno que bajara al riachuelo a por un poco de agua.

   Cuando Koichi, el alumno, se incorporó después de saciarse en las cristalinas aguas, se estremeció al ver a un tigre a su espalda preparado para atacar. Sentía tal pánico que empezó a mover mecánicamente las manos en una desesperada defensa instintiva. Fracciones de segundo antes de que la terrible pata de la fiera lo derribara de un golpe, se hizo a un lado con una hábil esquiva y se apoderó, no se sabe cómo, de la cola del tigre y tiró de ella con frenesí una y otra vez, con movimientos desenfrenados. Al final, vio que la fiera se alejaba gimiendo, quedándose él atónito, con la cola del tigre en las manos.

   Un buen rato después, cuando hubo recuperado la calma, volvió con el agua y el exótico botín de su hazaña. Preguntó al maestro cómo matan al tigre los más valerosos, y éste le contestó:

—Los héroes lo hacen estrangulándolos, los menos valientes lo hacen tirando de sus orejas, y los cobardes se apoderan únicamente de la cola.

   El discípulo se sintió humillado. Arrojó lejos la cola del tigre y metió una piedra en su bolsillo. Odiaba a su maestro creyendo que le había enviado a por agua para que le matara la fiera. Quería vengarse con esa piedra justiciera, pero antes preguntó:

—Maestro, ¿cómo matan los más valerosos? —Los más valerosos matan con el pincel, los menos valientes lo hacen con la lengua. —¿Y los cobardes? —Con la piedra en el bolsillo.

   Su discípulo se estremeció de miedo y se puso de rodillas ante su sabio tutor. De allí en adelante se convirtió en el alumno más fiel y más brillante del viejo maestro.