miércoles, 31 de diciembre de 2014

SHIN - La cólera del luchador

  En el Japón de finales de la era Tokugawa (1603-1868) vivía un gran experto en Ju-jutsu que se había batido en numerosos combates resultando siempre ganador.

  Un día en pleno combate fue derribado por su oponente, quien saltó sobre él para montar encima y derrotarle. Con un hábil movimiento el experto se lo quitó de encima e invirtió las posiciones quedando encima de su oponente dispuesto a estrangularlo con un Tsukkomi-jime*, pero en ese momento el adversario le escupió a la cara.

  El vencedor soltó la estrangulación y le dijo al vencido: levántate, seguiremos este combate en otro momento... El vencido se levantó perplejo y preguntó: ¿Por qué me has soltado?

  El experto respondió: Durante todos estos años me he entrenado para llegar a combatir sin miedo ni cólera en el corazón, únicamente puedo ganar así, pero cuando tú me has escupido a la cara me he encolerizado. Si hubiera continuado te habría matado y nunca más habría podido tener el sentimiento de una victoria sin odio. Espero corregirme y combatir mañana.

  Pero el combate ya no tuvo lugar, porque el vencido le rogó que le aceptase como alumno.

* Tsukkomi-jime significa "estrangulación empujando", se trata de una técnica de estrangulación que favorece a aquel que tiene más fuerza o el brazo más largo. Esta estrangulación se realiza mediante la compresión de la solapa sobre el cuello de Uke.


domingo, 14 de diciembre de 2014

GI - Yoko-gake (横掛): gancho lateral

  Esta técnica es la primera del grupo Yokosutemi-waza en Nage no kata. Tiene una caída muy violenta. Su aplicación se consigue poniendo todo el peso del cuerpo del adversario en la punta del pie derecho, por su parte lateral. Poniendo todo nuestro peso en el pie izquierdo, primero enganchamos el tobillo del contrario con la planta del pie izquierdo, y a continuación giramos nuestro cuerpo hacia la derecha y, echándonos al suelo, empujamos con la pierna izquierda, entregando en esta acción todo el peso de nuestro cuerpo, para proyectarle al suelo.

 Yoko-gake es una técnica que no se practica en Randori hoy en día. Pero el caso era bastante diferente en la Era Meiji (1868-1912). De acuerdo a los datos de competición, un sorprendente número de Ippon se hicieron con Yoko-gake en al año 1897. No hay una razón clara para el declive de esta técnica en Randori, pero puede haber una relación con el Judogi que se lleva actualmente.

  En ese tiempo, las mangas del gi llegaban hasta la altura del codo, y los pantalones justo por debajo de la rodilla. Se piensa que aquellos judokas debían luchar agarrando el extremo de la manga, con los cuatro dedos insertados en el interior, o con un agarre profundo en las axilas del contrario. Esto hizo que fuera fácil tirar del oponente y acercarse a él, lo que habría sido ideal para ejecutar Yoko-gake. Por otro lado, se cree que Yoko-gake era la técnica que encarnaba el concepto de Randori en aquel tiempo, porque el desarrollo de la técnica depende de moverse ágilmente estando agarrado en la postura natural, y de un hábil control del cuerpo para ejecutar el kuzushi, tsukuri, y kake. De todos modos, Yoko-gake era una técnica popular para conseguir una proyección limpia y precisa.

PUNTOS IMPORTANTES

· Es necesario colocar todo el peso de Uke en la parte lateral de su pie derecho.

· La acción de la pierna izquierda no es de barrer, sino que empuja, con todo el peso del cuerpo, el tobillo de Uke.

· Al empujar con la pierna no se debe doblar la cadera, sino que se empuja ayudado con el impulso del abdomen.

· Al finalizar la proyección, se le controla con un pequeño giro de la muñeca izquierda.


YOKO GAKE por FFJudo   

   

domingo, 7 de diciembre de 2014

TAI - Salud: la ducha

  La ducha después del entrenamiento de Judo tiene cantidad de efectos beneficiosos, sin duda el primero de ellos es el higiénico pero, además, para nuestro rendimiento físico también existen muchos beneficios.

 La ducha después del entrenamiento tiene una serie de aspectos en los que no solemos caer, sin duda alguna el higiénico es esencial, ya que en circunstancias normales, nadie después de entrenar se plantea el no ducharse. Por eso, vamos a hablar de los beneficios que no se suelen tener en cuenta.

 Durante el entrenamiento la temperatura de nuestro cuerpo y de la sangre aumentan, esto produce una vasodilatación de los vasos sanguíneos próximos a las piel y hace que se activen las glándulas sudoríparas. Cuando terminamos nuestro entrenamiento seguimos sudando, esto se debe a que nuestro corazón empieza a bajar su ritmo haciendo que el calor se acumule en los músculos en lugar de enviarlo a la piel, por esa razón la temperatura interna aumenta.

 En consecuencia, es aconsejable comenzar nuestra ducha cuando hayamos acabado de transpirar, esto puede durar alrededor de 15-20 minutos. Si no respetamos este tiempo es muy probable que sigamos sudando, incluso después de terminar nuestra ducha. Durante este espacio de tiempo, en el que nuestro cuerpo deja de transpirar, es bueno aprovechar para realizar estiramientos suaves y ejercicios de relajación.

 Ahora que ya sabemos cual es el mejor momento para ducharnos, hablaremos de como debe ser nuestra ducha para que sea lo mas eficiente posible. En la ducha hay que ir mojándose de acuerdo a una serie de indicaciones: primero los brazos, después los hombros, pecho, espalda y piernas, por este orden, lo que facilita la circulación sanguínea después de las prácticas, sin recibir jamás súbitamente el chorro de agua sobre el cuerpo. También es necesario saber que beneficios nos ofrecen las distintas temperaturas del agua.
  
Beneficios del agua caliente
  • Aumenta el riego sanguíneo.
  • Acelera la limpieza y drenaje de la piel.
  • Favorece la recuperación localizada.
Beneficios del agua fría
  • Nos ayuda a recuperarnos rápidamente ya que estabiliza la frecuencia cardíaca.
  • Ayuda a contraer los vasos sanguíneos y por lo tanto reduce la inflamación.
  • Tiene efecto tonificante.
  • Deja una piel más suave.
  Hay que tener en cuenta que usar agua muy caliente no es bueno debido a que el calor acaba con la grasa natural de la piel debilitándola. Lo mismo sucede con el agua demasiado fría. Por lo que debemos encontrar un término medio para conservar una piel en perfecto estado. La forma mas eficaz de ducharnos será comenzando con agua caliente durante 2-4 minutos y posteriormente pasar a agua fría durante 1-2 minutos. Este proceso lo repetiremos de 3 a 5 veces, teniendo en cuenta que debemos acabar con agua fría.