En judo, cuando el maestro nos dice (y lo dice sólo a las personas que están decididas a mejorar), 'Has dominado esta técnica. Ahora olvídate de ella durante seis meses', pensamos, '¿Qué? No se me permite hacer esa técnica? Voy al Tatami a entrenar y no se me permite hacer mi mejor técnica? Tengo que tratar de hacer otras cosas que no puedo hacer? Me van a contrar, voy a parecer un tonto absoluto!
Actualmente muchos de nosotros fallamos en esta prueba. Pensamos, '¡Oh, no! Yo no voy a hacer esto'. Y volvemos a lo que sabemos hacer, y conseguimos algo de éxito.
Actualmente muchos de nosotros fallamos en esta prueba. Pensamos, '¡Oh, no! Yo no voy a hacer esto'. Y volvemos a lo que sabemos hacer, y conseguimos algo de éxito.
Pero aquellos que tienen fe en su maestro y se dan cuenta que su maestro tiene fe en ellos, siguen su consejo y abandonan su técnica favorita por un tiempo. Comienzan a desarrollar un movimiento libre, no se fijan en un punto. Pueden moverse libremente. Si la oportunidad está ahí la aprovechan, porque sus mentes no están fijas en una sola técnica o situación.
Vamos en busca de oportunidades, tratando de crear oportunidades, para poder utilizar nuestra 'gran arma'. Pero en realidad, la gente de alguna manera tiene el instinto de no ponerse frente a nuestra 'gran arma', aunque ésta pueda estar oculta entre los arbustos.
Vamos en busca de oportunidades, tratando de crear oportunidades, para poder utilizar nuestra 'gran arma'. Pero en realidad, la gente de alguna manera tiene el instinto de no ponerse frente a nuestra 'gran arma', aunque ésta pueda estar oculta entre los arbustos.
Nuestros métodos fallan al final, así que nos damos por vencidos. En judo a esto se le llama 'Cortar los cuernos del toro'. Después de una intensa práctica de ocho años, desarrollamos habilidades muy fuertes y eso son los cuernos del toro, que es con lo que luchamos. De repente, se nos corta el paso. Y eso significa que uno vuelve a ser un principiante de nuevo.
Esta es una parte muy importante del entrenamiento mental del judo, tanto como la parte técnico-táctica. Los profesores también nos dicen, y ellos lo han puesto en práctica también, que cuando nos hacemos fuertes y conocidos, y hemos dominado algún aspecto, deberíamos probar algo diferente donde seamos completamente inútiles. Si usted es un violinista, y ha dominado el violín, entonces pruebe el piano y verá como tropezará con los ejercicios de cinco dedos una y otra vez. Los maestros dicen que cuando uno se ha vuelto una gran rana en su propia charca, hay que ir a la charca vecina y hacerse un renacuajo, un pequeño renacuajo diminuto.
Esta es una parte muy importante del entrenamiento mental del judo, tanto como la parte técnico-táctica. Los profesores también nos dicen, y ellos lo han puesto en práctica también, que cuando nos hacemos fuertes y conocidos, y hemos dominado algún aspecto, deberíamos probar algo diferente donde seamos completamente inútiles. Si usted es un violinista, y ha dominado el violín, entonces pruebe el piano y verá como tropezará con los ejercicios de cinco dedos una y otra vez. Los maestros dicen que cuando uno se ha vuelto una gran rana en su propia charca, hay que ir a la charca vecina y hacerse un renacuajo, un pequeño renacuajo diminuto.
Esto es lo que se conoce como 'cortar los cuernos del toro' y ser capaz de moverse libremente a otras formas.
Trevor Leggett