Un maestro de Judo paseaba por un pueblo vecino con su nuevo alumno. El joven, que cargaba con la bolsa que contenía los Judogis de ambos, se quejó a su Maestro: «¡Uff! Maestro, la bolsa pesa demasiado».
En ese momento, pasó una mujer joven con una jarra de agua en la cabeza. El Maestro corrió y la besó. La joven estaba tan sorprendida que la jarra se cayó y se estrelló contra el suelo. En cuestión de segundos su familia, que había visto lo que había sucedido, comenzó a perseguir a la pareja.
El maestro y el alumno no tuvieron tiempo de pensar, sino que corrieron lo más rápido que pudieron para escapar. Finalmente, cuando estaban fuera del pueblo y a salvo, el maestro se volvió hacia su alumno y le dijo: «¿Pesa mucho la bolsa?». Entonces el alumno respondió: «¡Qué bolsa, me olvidé que la llevaba!».