miércoles, 16 de mayo de 2012

SHIN - El orgullo precede a la caída

La relación entre entrenador y atleta puede considerarse desde muchos puntos de vista. Como entrenador, sin embargo, mi corazón siempre se acelerará al encontrarme con un deportista de talento que tiene la posibilidad de ser algo grande. La capacidad de refinar ese talento y conseguir lo mejor de un deportista es una cualidad exclusiva de los muy buenos deportistas.
 
- Requisitos para ser un campeón

Por experiencia, los entrenadores y deportistas, saben lo difícil que resulta conseguir los laureles del triunfo en los Campeonatos Mundiales y JJ.OO. El principal objetivo de los entrenadores consiste en ayudar a los deportistas a conseguirlo. Para ello son necesarios tres requisitos:

1. Los deportistas deben poseer tres áreas de talento: en la mente, en la técnica y en el físico.
2. Es necesario "refinar" estos talentos mediante el tipo adecuado de prácticas, tanto en calidad como en cantidad.
3. Crear las condiciones apropiadas para la práctica, lo cual implica: buenos entrenadores, competidores para practicar, dirigentes comprensivos y una actitud nacional para el deporte.

Para el deportista, la más importante de estas condiciones es la de contar con un buen entrenador, así pues, la función de este último es de la mayor importancia.

- Los objetivos del entrenador

No hace falta decir que las condiciones mencionadas anteriormente no siempre están presentes, y aun cuando lo están, todavía queda mucho por hacer, y los entrenadores es preciso que sepan guiarlos, creando el ambiente adecuado para los entrenamientos.

Para cumplir con esta función, el factor más importante consiste en decidir cuales han de ser los objetivos. Por lo general hay cinco puntos:

1. Hacer que los deportistas entrenen más de lo normal.
2. Aumentar gradualmente el entrenamiento y, en consecuencia, la fuerza del deportista.
3. Mantener el mismo método de entrenamiento durante un largo periodo.
4. Explicar claramente a los deportistas los objetivos, para que participen voluntariamente y con entusiasmo en los entrenamientos.
5. Utilizar un método que se adapte al deportista, es decir, que esté bien equilibrado.

El punto 4, es el primer paso que debe dar todo entrenador.

Lo mejor es que los deportistas tengan dos objetivos: uno a corto plazo y otro a largo plazo.

Si el deseo de ganar una medalla olímpica es el objetivo a largo plazo, entonces ganar una medalla en el próximo nacional, por ejemplo, podría ser el objetivo a corto plazo.

Estas metas a corto plazo deben decidirse poco a poco, en fases y han de ser realizables. Es decir, hay que aumentar gradualmente la importancia del objetivo a corto plazo a medida que se aproxima el cumplimiento de la meta a largo plazo. Eso es lo que puede hacer el entrenador por el deportista.

No hay progreso si no hay objetivos. Los objetivos son los pilares de la fuerza. El sueño del deportista es también el sueño del entrenador.

Sólo es un auténtico entrenador el que entrena la mente, las aptitudes y el cuerpo del atleta. Las competiciones se ganan mediante las fuerzas combinadas de la mente, el cuerpo y las aptitudes del deportista.

En los niveles más altos, el orden de prioridades es el siguiente: mente, aptitudes y cuerpo (Shin-gi-tai).


Para tener éxito, el entrenador debe elaborar un plan por el cual el deportista pueda alcanzar el máximo de sus potencialidades.

Esto es válido para cualquier deporte.

-Entrenar la mente

La dirección mental es muy difícil, puesto que se trata de un área muy controlada por las emociones. Los aspectos más importantes de esa dificultad pueden expresarse de la siguiente forma: "Cómo estimular a los deportistas para trabajar por un objetivo y cómo hacer para que ese trabajo sea continuado".

1. Mantener una comunicación directa con los deportistas, hablando con ellos tanto como sea posible.
2. Hacer que los deportistas entreguen informes, a través de los cuales, puedo determinar su estado mental y la dirección a tomar.
3. Evitar errores de la afectación, incorporando ideas en el programa y en el método de entrenamiento.
4. Decidir acerca de los objetivos adecuados.

La situación ideal para la dirección en el plano mental es, naturalmente, la de tratar directamente con el deportista, una situación que no siempre puede conseguirse con facilidad. Sin embargo intento solucionar este problema aportando ideas que sean útiles.

- Obediencia

 En mi experiencia como entrenador, me he encontrado con que los que han tenido éxito son los que han sido obedientes. Cualquiera puede volverse orgulloso, en diferente medida, al ser fuerte y famoso. Pero si un deportista se vuelve demasiado orgulloso pueden surgir problemas. Hay un proverbio de la época medieval japonesa que dice "El orgullo precede a la caída". Estas palabras deben aplicarse al mundo del deporte.

Sólo los deportistas que acepten obedientemente los consejos de su entrenador y trabajan con una actitud modesta, llegan finalmente a la gloria.

Así pues, no es exagerado decir que la capacidad del entrenador para ofrecer buenos consejos es de primordial importancia.

Este espíritu de obediencia yo le llamo "tener oídos para escuchar". Los grandes campeones son los que nunca pierden esos "oídos", incluso cuando ganan medalla tras medalla.

Los entrenadores deben ser capaces de tratar de forma adecuada todos los problemas y preocupaciones de los deportistas, puesto que la confianza de estos se basa en el tipo adecuado de consejos.

 - El espíritu

Las artes literarias, matemáticas, ética…, y las deportivas están interrelacionadas y, en consecuencia, conocer solamente una u otras es como ser un ser humano "defectuoso", esto es muy importante y por lo cual todos los entrenadores deberían recordar esta relación.

En el mundo del deporte, las personas que llegan a la cima lo hacen de una forma diferente a la de otras posiciones elevadas, como por ejemplo, la que ofrece la política. En su caso, el factor importante es la aptitud física. De esto se sigue que los deportistas no puedan permanecer en la cumbre para siempre.

Considerándolo desde la vida entera, es evidente que la vida después de retirarse de la cumbre es mucho más larga que el periodo anterior.

Hay muchos ejemplos de deportistas que han llegado a ser grandes campeones y que han creído ser también personas extraordinarias en todos los sentidos, cuando en realidad no eran más que deportistas extraordinarios.

Siempre existe el peligro de que el hecho de alcanzar la cumbre tenga efectos adversos sobre la vida del deportista y, por lo tanto, es muy importante que los entrenadores ayuden a comprender a los deportistas que la gloria en el deporte es sólo uno de los muchos aspectos de la vida.

Aquí es donde destaca la importancia de "una perspectiva educativa". Al mismo tiempo que guían al deportista hacia el objetivo deportivo a largo plazo, los entrenadores deben ofrecerle además los consejos adecuados para que apliquen su experiencia en la vida en sociedad.

El proceso de luchar por conseguir el objetivo más importante para la vida de un deportista es de la mayor importancia en todas sus fases, pues el deporte no es una máquina de fabricar campeones.

El valor real del deporte, radica más bien en el proceso por conseguir el objetivo que en el objetivo mismo.

Es de suma importancia que el entrenador ayude al deportista a comprender esta idea fundamental.

Así pues, creo que la función del entrenador es muy importante, pues todo el mundo puede beneficiarse de la "cultura del deporte".


Nobuyuki Sato, diplomado por la Universidad de Tokio, rector de la Universidad de Tokai, Campeón del Mundo de Judo.

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