Hay muchas cosas que me gustaría discutir en lo que
respecta al judo y el desarrollo intelectual, pero me limitaré a las siguientes
áreas y su relación con el judo: la observación, la memoria, la
experimentación, la imaginación, el lenguaje y la amplitud de miras.
En la práctica del judo, la observación es lo más
importante. Esto es cierto en otras áreas de aprendizaje, pero al momento de
practicar randori se debe reflexionar sobre cosas, el cómo se debe
utilizar una técnica en cierto modo, qué sería lo incorrecto al hacerlo, cómo
se puede lanzar al oponente con facilidad en una cierta forma, cómo puedes
proyectar a tu oponente fácilmente en cierta situación, y cómo puedes derrotar
al oponente. No sólo hay que hacer esto durante la propia práctica, también
tiene que ver con ser cuidadoso observando la práctica de otras personas.
El mirar con atención varias cosas de esta manera se denomina “observación”, y es
razonable esperar que los que no olviden esto puedan hacer un rápido progreso
en la práctica del judo.
En cuanto a la memoria, en las primeras etapas de
la práctica del judo usted debe hacer lo que le han enseñado. Con el fin de
hacer esto, debemos recordar las cosas bien. A medida que avanza en la
práctica, debe recordar no sólo lo que le ha sido enseñado, sino también lo que
usted ha observado, por lo que hay muchas situaciones en las que la memoria es
vital. Usted tendrá que desarrollar esta capacidad naturalmente, y llegar a
formas de recordar las cosas.
La razón de la experimentación es importante en la
práctica del judo, está relacionada con el Nage-waza y otras situaciones en las
que usted debe considerar cosas tales como, "En esta situación, debe
suceder esto" o "cuando se producen estas circunstancias debería
ocurrir esto". Pero por supuesto, no podemos saber exactamente cómo
resultará algo, así que debemos de probarlo por nosotros mismos. Un cuidadoso
examen, la experimentación, y la preparación para intentar algo nuevo, aunque
el éxito no se logre de inmediato, son elementos esenciales del judo.
Seguidamente llegamos a la zona de la imaginación.
Esto no es especialmente necesario en las primeras etapas de la práctica de
judo, pero se hace muy necesario después. Debemos experimentar con diversos resultados, y
anticipar cuidadosamente cómo reaccionará nuestro oponente, pero si hay un límite a
las ideas te puedes encontrar con un margen estrecho, las buenas ideas no nos
llegan siempre cuando queremos. Por otro lado si le vienen una variedad de
ideas una tras otra, y sus pensamientos se extienden a cosas algo diferentes
de su idea original, se puede llegar a la solución perfecta entre esas ideas.
Podría llegar a algo innovador y hacerse con la distinción del "maestro",
pero esto exige una gran cantidad de imaginación, incluso para conseguir que
pueda ser considerado simplemente un buen practicante. Usted debe desarrollar esta capacidad
a través del judo.
Después viene el lenguaje. Esto es muy importante en
la práctica del judo. La razón es que en randori, así como en kata, si intenta
explicar un método en particular en palabras, a menos que lo que explique sea
excepcionalmente lógico y claro, su oyente no entenderá lo que quiere decir.
Hay algunas cosas que se pueden demostrar en detalle utilizando el kata, en
tanto que otras no se prestan a este método. En algunos casos, usted tendrá que
explicar las cosas por escrito o verbalmente. Cuando la enseñanza ya sea
demostrar las cosas a través del kata o sólo por dar una explicación oral al
mismo tiempo que demuestra el kata supone una gran diferencia para el oyente.
Esto es una cosa común: cuando alguien le pregunta sobre algo que usted no
entiende o discute algo en profundidad, es muy beneficioso que se pueda hablar
de ello con claridad, por lo tanto es así, al practicar el judo debe tener
cuidado y hablar de las cosas con lógica y claridad.
Por último, me gustaría hablar de la necesidad de
amplitud de miras. Amplitud de miras significa estar abiertos a nuevas ideas,
así como la capacidad de organizar diversos tipos de ideas al mismo tiempo sin
mezclarlos. La razón de que esto sea importante para la práctica del judo es que
cuando no hay amplitud de miras, la gente a menudo acaba confiando
excesivamente en sus propias creencias, de tal modo que incluso si hay nuevas
ideas que son superiores, no sólo no acepta estas nuevas ideas sino que al
no hacerlo no determinan su valor, o si son buenas o malas. Lo mismo puede
sucederle a cualquier persona en relación con las teorías del Nage-waza y Katame-waza
en judo.
Por
supuesto, no es prudente pasar a algo nuevo, sin un examen cuidadoso, bien,
pero si usted se aferra obstinadamente a sus propias ideas no se pueden hacer
progresos. Ya se trate de su propia idea o la de otra persona, una vieja teoría
o una nueva teoría, el momento de determinar si es bueno o malo, o correcto o
erróneo, tiene que renunciar a sus prejuicios y mantener la mente abierta antes
de hacer un juicio. Permanecer abiertos a nuevas cosas es la forma y el primer
elemento de la amplitud de miras, y es necesario, a fin de lograr avances.
La teoría de la lucha del judo incluye algunas
ideas bastante complicadas; si tenemos en cuenta la relación entre el cuerpo y
las cuatro extremidades, sus posiciones, la forma de utilizarlos, y cómo manejar
los aspectos mentales, una teoría se mezcla con muchas otras y al fin se vuelve
muy difícil llegar a una conclusión general. Incluso si vinculamos estas
teorías complicadas o las vemos por separado, la capacidad de unificarlas al
final debe ser el segundo requisito para la amplitud de miras. El estudio
avanzado del judo significa poner este tipo de capacidad a trabajar, por lo que
la calidad de la amplitud de miras se desarrolla naturalmente. Cuando la
práctica del judo logra un nivel avanzado, como he señalado, la función
de la mente entra en juego también.
Si principalmente sigue el método de “entreno mental”,
estudiará más a fondo estas teorías. Si utiliza el judo como un mero método de “educación física”, lo mejor es renunciar a tratar de concebir nuevas ideas hasta
cierto punto y centrarse principalmente en el cuerpo y el movimiento. Con
respecto a la relación entre el judo y el intelecto, me limitaré a estas
observaciones. Más adelante me gustaría hablar de cómo las teorías de la lucha del
judo, que constituyen la formación mental, se pueden aplicar a diferentes
situaciones.
Jigoro Kano (1860-1938)
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