Entre las dudas mas frecuentes para tratar las lesiones, nos cuestionamos que temperatura es la ideal para mejorar la condición física. Es
muy importante tratar inicialmente las lesiones de forma correcta ya que por más
pequeñas que sean, un “mal tratamiento” puede llevarlas a un estado de
gravedad. A continuación, algunas indicaciones para tratar las lesiones y cuales son los efectos que provoca tanto el frío como el calor.
Las lesiones deportivas tienen diferentes características y estadios. Por un lado, están las más traumáticas: desgarros musculares, tendinitis, esguinces, contusiones, luxaciones o fracturas, dentro de las traumáticas. Y por otro, las menos complejas como las contracturas, espasmos o calambres musculares.
Dentro de las agudas y traumáticas la característica inicial es la inflamación. Este proceso inflamatorio es necesario para lograr la reparación del tejido dañado ya que el aumento de sangre en la zona traerá las células encargadas del proceso de reparación y cicatrización. Es por estos procesos que la zona dañada se verá hinchada, enrojecida y con aumento de la temperatura local.
Los agentes que podemos utilizar para ayudar a la recuperación de las lesiones son el frío y el calor. La mayoría de los deportistas que sufren algún tipo de lesión se preguntan que temperatura se debe aplicar sobre la misma. Si se aplica lo correcto se puede evolucionar hacia la mejoría de la lesión pero si el método no es el adecuado se puede colaborar con el agravamiento de la misma.
EL FRÍO
El frío denominado como crioterapia tiene efectos vasculares, metabólicos y musculares.
•Vasculares: primariamente una vasoconstricción superficial inicial (disminución del calibre de los vasos sanguíneos) lo cual ayuda a la disminución de la hinchazón si se lo acompaña con compresión de la zona perjudicada, este fenómeno se produce dentro de los primeros 15 minutos de su aplicación luego de este periodo se produce una vasodilatación
•Metabólicos: Disminuye el metabolismo celular evitando así el daño tisular secundario producido por la falta de oxígeno del tejido lesionado.
•Musculares: produce retraso de la velocidad de conducción nerviosa provocando sedación muscular
•Analgesicos: disminuye el dolor ya que inhibe la llegada del estímulo doloroso al sistema nervioso por esta razón sirve como analgésico
Los medios de aplicación son variados. Los más clásicos para la aplicación de frío son los geles denominados cold pack que mantienen la temperatura por mayor tiempo y se guardan en un congelador. Para utilizarlos debe colocarse un aislante de tela entre la piel y el gel, o los clásicos cubitos de heladera. El frío es curativo para toda lesión o traumatismo agudo como los desgarros, esguinces, contusiones y tendinitis, entre otros. Es decir, en toda lesión que se acompañe de un proceso inflamatorio es el primer agente que debe aplicarse ante un traumatismo. Si en este caso se aplicara calor provocaría un aumento del proceso inflamatorio. Por eso ante la duda siempre es conveniente aplicar frío ya que no posee contraindicaciones y si la lesión fuera una simple contractura y no un desgarro el frío también favorece la sedación del músculo. El tiempo indicado para la aplicación es de 15 a 20 minutos varias veces al día.
EL CALOR
El calor, denominado termoterapia, provoca efectos:
•Vasculares: Produce vasodilatación (aumento del calibre de los vasos sanguíneos), provoca la llegada de sangre a los tejidos, mejora el aporte de oxígeno y acelera el proceso de reparación.
•Metabólicos: el calor aumenta la velocidad de las reacciones químicas y los procesos enzimáticos.
•Musculares: provoca sedación, reduce los espasmos musculares y las contracturas por lo que alivia el dolor y provoca una mayor capacidad de extensibilidad de los tejidos de músculos, tendones, cápsulas articulares, etc. A nivel articular disminuye la rigidez.
Para la aplicación de calor, la almohadilla eléctrica (doméstica) aporta un calor más superficial, o ciertos coldpack que admiten ser calentados en el microondas o en agua caliente. Por otro lado, se puede utilizar aparatología kinésica como la onda corta, magnetoterapia y lámparas de infrarrojos, entre otros.
El calor esta indicado para las afecciones como las contracturas o los espasmos musculares, rigideces de las articulaciones o para aumentar la elasticidad de algún tejido. Por ejemplo una contractura de los músculos de la espalda o un calambre en los gemelos e isquiotibiales. Además, es útil en la recuperación tardía de un desgarro muscular para lograr mayor longitud de la fibra muscular. El calor está totalmente contraindicado en la primera fase de la lesión, en este caso la indicación es el frío. El tiempo de aplicación del calor debe oscilar entre 20 a 40 minutos.
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