Actualmente existen multitud de aparatos de musculación de lo más complejos. Aunque, algunas veces, lo más sencillo resulta ser lo más eficaz. En el caso del entrenamiento de Judo, unos simples lastres pueden ayudarnos a ser más fuertes, resistentes y rápidos que las máquinas más sofisticadas.
Los lastres de entrenamiento suelen ser muñequeras o tobilleras rellenos de algún material como arena o láminas de metal. Si se tiene intención de aumentar la intensidad en los ejercicios de brazos y piernas, usar lastres
puede ser de utilidad. Los lastres nos dan un
peso extra en el extremo distal de las extremidades, aumentando la
fuerza que tenemos que hacer para mover las articulaciones implicadas.
Tienen la ventaja de permitir muscular el cuerpo de la forma más adaptada posible a las necesidades del Judo. A diferencia de las pesas, o de otros métodos de musculación, los lastres permiten ejercitar y desarrollar los músculos ejecutando los mismos movimientos de Judo. Se logra así un fortalecimiento óptimo para nuestra disciplina. Y todo ello sin perder un ápice de velocidad sino aumentándola.
Hace algunos años se solía ver a la gente con tobilleras o muñequeras lastradas para ir a correr, incluso con pequeñas pesas en
la mano. Actualmente se ha demostrado que esto no es muy aconsejable, ya que aunque parezca poco peso se
está creando un sobrecarga innecesaria en las articulaciones.
Este tipo de entrenamiento se realiza sobre todo al pensar que tonificaremos más
los músculos mientras corremos. Nada más lejos de la realidad, si por
ejemplo llevamos lastres para correr o andar estaremos sobrecargando músculos como los trapecios e impediremos el movimiento natural de los brazos.
No sólo se pueden crear lesiones en articulaciones como el tobillo o muñeca, el sobrepeso puede hacer que la columna vertebral oscile a izquierda y
derecha para compensar ese pequeño peso extra y a la larga aparezcan
dolores a nivel de ésta. Debido a esto, los lastres no son aptos para ejercicios como la carrera, la natación o el remo, ya que consiguen el efecto contrario, sobreestresar la
zona y poder lesionar articulaciones o músculos implicados.
También hay que tener cuidado cuando se emplean en ejercicios de "sombra" (Tandoku-renshu). En general realizar los movimientos al aire puede resultar perjudicial si se realizan con potencia. Los brazos y las piernas, al no encontrar resistencia alguna en su camino, deben frenar bruscamente el movimiento, y esto provoca que gran parte de la energía transmitida repercuta en las articulaciones implicadas. Esto, a largo plazo, puede causar daños articulares y ligamentosos. Por eso, lo más recomendable es realizar los movimientos de forma más suave y circular, lo que evita tirones y latigazos.
Los lastres no sirven únicamente para fortalecer y muscular, sino también para mejorar la velocidad. De hecho, el entrenamiento consiste en acostumbrar a los músculos a mover más peso del habitual. Al principio se debe ir más lento hasta que los músculos se acostumbren al nuevo peso. Posteriormente, cuando se retiran los lastres, se siente una ligereza asombrosa en los brazos y las piernas. Con este entrenamiento se logran avances muy notables en cuanto a velocidad.
Existen muchos y variados tipos de lastres en el mercado, aunque es aconsejable que para
empezar a usarlos se opte por unos de poco peso, para poco a poco
ir aumentando la carga y que el cuerpo se acostumbre al peso extra que le colocamos.