domingo, 15 de marzo de 2015

GI - Shime-waza (絞技): las estrangulaciones

  La palabra 'Shime' proviene de 'Shimeru', que significa oprimir o apretar. Con la denominación Shime-waza se engloban todas aquellas técnicas cuyo propósito es oprimir y estrangular el cuello del oponente para lograr la sumisión o desvanecimiento. Técnicamente, son un fiel reflejo del principio de «máxima eficacia con el mínimo esfuerzo».

  La práctica de las técnicas de estrangulación es un arte sutil que requiere de más atención a los pequeños detalles que muchas otras habilidades en Judo. Sin embargo, la mayoría de libros y textos de Judo hacen poco por aclararle al estudiante los puntos importantes de las técnicas de estrangulación. La mayoría, de hecho, afirman que cualquier tipo de presión en el cuello que obligue al oponente a rendirse es una buena técnica de estrangulación.
 
  Por ejemplo, la descripción general de las estrangulaciones dice:  «son técnicas en las que usted utiliza las manos, brazos, piernas o las solapas para aplicar presión en el cuello o la garganta del oponente» . Este tipo de descripciones no explica en que parte del cuello tiene que aplicarse la presión o el objetivo más importante de estas técnicas, que consiste en someter a oponentes con una inconsciencia temporal.

   En la práctica de Judo, hay tres formas básicas de estrangular o sofocar a un oponente, así como la combinación de las tres:

     1. La compresión de las arterias carótidas en uno o ambos lados del cuello para restringir el flujo de sangre y oxígeno al cerebro.
 
     2. La compresión de la tráquea para detener o reducir el flujo de aire a los pulmones.

    3. La compresión del pecho y los pulmones para evitar la inhalación del oponente (utilizado a menudo durante las técnicas de inmovilización).

  Todos estos métodos se deben practicar y son útiles en las más diversas situaciones. Sin embargo, el primer método de estrangulación es el más enseñado en las clases de Judo de todo el mundo. La compresión de las arterias carótidas es preferible porque requiere de menor fuerza, es la forma más rápida de entre todas las técnicas de estrangulación y la más eficaz contra todo tipo de oponentes. Los exámenes médicos han establecido que la cantidad de presión necesaria para ocluir las arterias es seis veces menor que la presión necesaria para colapsar las vías respiratorias. Cortar el suministro de sangre al cerebro también se traduce en la pérdida de conciencia aproximadamente seis veces más rápido que la reducción indirecta de oxígeno al cerebro a través de la restricción de la respiración o el flujo de aire a los pulmones.

     Las estrangulaciones sanguíneas son también las más seguras e implican menos dolor que otros métodos de estrangulación, haciéndolas más fáciles de practicar y de aprender. Además de ser más eficaces, las estrangulaciones sanguíneas son más compatibles con el otro gran principio del Judo, «bienestar y beneficio mutuos». Una técnica ejecutada hábilmente proporcionará al estudiante de Judo la capacidad de conseguir la sumisión o la inconsciencia de forma indolora e inadvertida.

  Una buena estrangulación debería poder producir la inconsciencia del oponente
en cuestión de segundos sin provocarle ninguna lesión o dolor significativo, independientemente de quien sea dicho oponente. Los requisitos básicos para aplicar una estrangulación eficaz son:

    Hay que asegurarse de que el propio cuerpo siempre tenga completa libertad de acción para poder estar en la mejor posición para la técnica que se vaya a utilizar y poder ser suficientemente flexibles para ser capaces de responder a los intentos del oponente de escapar. Nuestra postura debe ser estable para que durante la aplicación de la técnica se pueda utilizar todo nuestro cuerpo.

    Hay que llevar al oponente a una posición en la que le sea más difícil oponer resistencia, y así poder controlar todas sus acciones. El oponente debe estar desequilibrado y controlado lo mejor posible. A menudo esto significa estirar el cuerpo del oponente hacia atrás.

   Hay que entrenar las manos para convertirlas en instrumentos precisos que, en el momento de atacar, hagan su trabajo en un tiempo breve y apliquen presión de forma constante mientras ajustan su posición. Las técnicas tendrán un efecto mucho mayor si se está firmemente decidido a no dejar escapar al oponente y se continua hasta el final sin descanso. La constancia en la presión, en lugar de la fuerza extrema, es lo más importante. Una dependencia excesiva de la fuerza indicaría un defecto en la técnica ya que se necesita muy poca presión para comprimir una arteria y dejar a una persona inconsciente.

  Se podrían escribir libros enteros con los puntos y detalles clave de las técnicas de estrangulación. Judokas de todo el mundo han estado modificando y perfeccionando estas técnicas desde hace un siglo, probándolas en competiciones tan prestigiosas como los campeonatos del mundo o los Juegos Olímpicos. Se han desarrollado muchas variaciones para poder utilizar mejor las piernas, las caderas, el pecho, la cabeza, los brazos y las manos y maximizar el efecto de la estrangulación. En algunas técnicas las manos y los brazos pueden usar la solapa como si fuera una delgada cuerda para rodear la garganta, en otras pueden torcer o girar con fuerza el cuello, y en otras se tira o empuja para aplicar presión directamente a la carótida o tráquea. Incluso una misma estrangulación básica se puede aplicar de manera efectiva de múltiples formas dependiendo de la posición, el tamaño y el movimiento del oponente, así como por el entrenamiento, fortaleza y preferencias del que la aplica.

REGLAS DE SEGURIDAD

 Estas técnicas deben ser enseñadas y supervisadas ​​por un instructor cualificado. El Judo ha desarrollado más técnicas de estrangulación que ningún otro arte marcial, las cuales se practican en situaciones reales de competición, por esto los instructores de Judo, por lo general, tienen una amplia experiencia en la aplicación correcta de las estrangulaciones. Las estrangulaciones son potencialmente mortales, y deben tratarse con seriedad y respeto.  Estas técnicas se han utilizado en las clases de Judo y en miles de torneos en todo el mundo durante más de 100 años sin que se haya reportado ni una sola víctima mortal. Sólo con la importancia dada a la seguridad y a la correcta supervisión este registro se puede mantener.

   Se debe tener cuidado cuando se enseñan estrangulaciones a los niños, cuya fisiología es diferente y, naturalmente, menos desarrollada que la de los adultos. En la mayoría de los torneos de Judo no están permitidas las técnicas de estrangulación para los niños menores de 13 años. Los niños de esta edad se pueden preparar mediante el aprendizaje técnico de estrangulaciones básicas, con  sus escapes y defensas, siempre bajo la estricta supervisión del profesor. El sentir diferentes estrangulaciones y aprender como y cuando rendirse es una parte importante de la preparación para la competición y para poder aprender a aplicar estas técnicas a los demás. A edades tempranas , y  para los principiantes de todas las edades, el énfasis debe ponerse en reconocer el efecto de las estrangulaciones y en protegerse evitando siempre una presión extrema y la pérdida del conocimiento en la práctica.

   Las técnicas de estrangulación pueden practicarse desde una posición de pie o en el suelo, aunque el suelo es inherentemente más seguro. Al aplicar un estrangulación de pie con la intención de obtener un efecto inmediato se debe ser consciente de que el oponente no será capaz de mantenerse en pie. En competición o  Randori la persona que está siendo atacada con una estrangulación siempre debe ser llevada inmediatamente al suelo para un mejor control y para evitar una caída accidental que podría provocarle daños, ya que se encuentra inconsciente.

  Aprender cuándo rendirse es una parte importante del entrenamiento para evitar el riesgo innecesario de inconsciencia. Al mismo tiempo que un judoka no debe renunciar a cualquier oportunidad de escapar de un estrangulación, también debe ser capaz de rendirse de forma oportuna cuando sea necesario, al saber reconocer cuando la derrota es inevitable y cuando la resistencia excesiva se traducirá en una pérdida del conocimiento. Una vez que te quedas inconsciente tu vida está literalmente en manos de tu oponente, y la práctica de cualquier Arte Marcial requiere que el estudiante sea capaz de aprender formas de evitar esta condición de total indefensión. Dado que es prácticamente imposible hablar mientras a uno le están estrangulando, la señal universal de rendición es la de palmear repetidamente con la mano al oponente o al Tatami.

  La regla de seguridad más importante en la aplicación de una técnica de estrangulación es la de liberar imediatamente la presión cuando el oponente se rinde. Al aplicar una de estas técnicas uno debe ser lo suficientemente sensible, y tener el suficiente control sobre el oponente como para reconocer cuando pierde el conocimiento y liberar la presión de inmediato. La pérdida de la conciencia puede ser detectada fácilmente por la repentina falta de resistencia y sensación general de relajación del cuerpo del oponente, así como por el color de la cara o por los ojos cerrados. A veces, si la estrangulación se mantiene demasiado, pueden aparecer convulsiones, pero los efectos de la estrangulación en general deben ser reconocidos anteriormente mediante el entrenamiento  y la supervisión adecuada.

  Al igual que sucede con otras Artes Marciales y deportes de competición más agresivos, la práctica del Judo incluye el riesgo de lesiones graves. Sin embargo, de entre todos los tipos de técnicas practicadas en Judo, las técnicas de estrangulación han demostrado ser de las más seguras.




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