domingo, 23 de agosto de 2015

SHIN - El maestro disfrazado de monje

 Un día de hace mucho tiempo, cuando un maestro de Judo pasaba por una pequeña aldea en una remota región montañosa, pudo observar que las gentes se encontraban en un estado de extrema agitación; un peligroso forajido se había refugiado en una casa abandonada tras secuestrar a un muchacho de la aldea y amenazaba con matar a la víctima si los campesinos intentaban detenerle o hacerle daño.

  El maestro de Judo comprendió la gravedad de la situación. Viendo pasar a un monje errante, le pidió que le prestara su túnica por un rato. Con la cabeza afeitada, el maestro de Judo parecía un auténtico monje. Se acercó a la casa abandonada con dos cajas de comida y dijo al forajido que los padres del muchacho no querían verle morir de hambre y le enviaban a él para llevarles comida. Diciendo esto dejó una de las cajas delante del hombre. El maestro añadió entonces:«Como tú mismo también estarás hambriento, he traído otra caja para ti». 

  Cuando el forajido alargó el brazo para cogerla, el supuesto monje no perdió tiempo en cogérselo y, enérgicamente, lo tiró al suelo y lo redujo. La túnica del monje la devolvió a su original propietario, que le expresó su admiración diciendo: «Eres, realmente, un 'hombre de Judo', y le entregó un Kara (o rakusu), una especie de Kesa, que generalmente lleva el monje Zen colgando al cuello sobre su pecho y que es símbolo de la condición de monje. El maestro apreció sin duda el Kara que le entregó el monje errante, se dice que nunca se separó de él. 


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