En cierta ocasión, un viejo maestro de Ju-jutsu se vio amenazado de muerte por un bandido llamado Goemon.
- Sé bueno —le dijo el maestro—, y ayúdame a cumplir mi último deseo. Corta una rama de ese árbol.
Con un golpe de su espada, el bandido hizo lo que le pedía el maestro.
- ¿Y ahora, qué? —le preguntó a continuación.
- Ponla de nuevo en su sitio —dijo el viejo maestro.
El bandido soltó una carcajada:
- ¡Debes de estar loco si piensas que alguien puede hacer semejante cosa!
- Al contrario —le dijo el maestro—. Eres tú el loco al pensar que eres poderoso porque puedes herir y destruir. Eso es cosa de niños. El poderoso es el que sabe crear y curar.
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