El Atemi a los ojos puede aplicarse con los dedos juntos o bien con los dedos ligeramente separados. También podemos atacar a los ojos por detrás mientras sujetamos al contrario con la otra mano.
Para atacar el cuello, más bien la base, donde comienza la tráquea, utilizaremos los dedos juntos y bien extendidos o bien las yemas de los dedos índice y medio solamente golpeando ligeramente de lado. También se puede atacar al hueco del ligamento del esternocleidomastoideo de la clavícula.
Para golpear el plexo solar, golpearemos con las yemas de los dedos ligeramente hacia abajo.
Atemi con la yema del pulgar en el hueco del esternocleidomastoideo tras el oído. Es un golpe muy eficaz contra una presa de cintura por delante.
Observación: no siempre es obligatorio aplicar el Atemi hasta el punto de herir seriamente al contrario. En el caso de atacar a los ojos, podemos conseguir un máxima eficacia presionando progresivamente el punto vulnerable sin llegar a causar un daño físico irreparable.
Nota: no hay que olvidar que el Atemi es un asunto muy serio y peligroso, y debe ser aplicado con sentido común solamente en los casos en que la propia seguridad y la de otros se encuentre en grave peligro.