Atemi-waza son técnicas para incapacitar a un asaltante, por medio de ataques con el puño, con el borde exterior de la mano, con la punta de los dedos de la mano, con el codo, con la rodilla, con la parte anterior de la planta del pie, con el talón y con la frente o la parte posterior de la cabeza.
Estas técnicas pueden hacerse en forma de golpes, puñetazos, cortes, embestidas, apuñalamientos y patadas con los pies. Se dividen en Ude-ate (golpes con los brazos), en los que se atacan puntos vitales con la mano o el brazo, y Ashi-ate (golpes con las piernas), en los que la pierna y el pie se convierten en armas.
El resultado de un golpe brusco sobre un punto vital puede producir dolor, pérdida de consciencia, coma, inhabilitación o muerte. Las técnicas de Atemi-waza se emplean sólo como la última solución, cuando estamos en peligro de ser lesionados, capturados o masacrados. Las técnicas más comunes son los golpeos a los ojos, al pecho o plexo solar, y patadas a la zona inguinal. Pero saber cómo y dónde golpear o dar una patada no es suficiente para ejecutar Atemi-waza de una manera eficaz, como en el caso de otras técnicas.
Primero hay que aprender a moverse con agilidad y destreza practicando otras ramas del Judo para poder aplicar estas técnicas. Aunque seamos capaces de golpear cualquier parte del cuerpo de nuestro enemigo con la mano o el pie, no será efectivo a menos que tengamos habilidad para golpear con brazos y piernas mediante una práctica constante. Atemi-waza a diferencia de otras técnicas, es muy peligrosa y los principiantes no deberían intentar hacerlo antes de haber desarrollado los músculos y aprendido a moverse libremente mediante la práctica de Nage-waza, Katame-waza y ante todo del Seiryoku Zenyo Kokumin Taiiku.
Sin embargo, pueden practicar estas técnicas golpeando algún objeto con los puños, codos, rodillas o pies. Incluso los principiantes podrán obtener beneficio con esta práctica. Las técnicas de golpeo se practican generalmente en forma de kata o defensa personal y nunca en Randori o Shiai.
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Se reconoce universalmente el respeto por la vida, y si ésta corre
peligro, cualquier medio que se use para evitarlo tiene plena justificación.
Aun cuando la vida no esté amenazada, el hecho de reprimir a otros es
un medio para adquirir confianza física y mental. En una sociedad que
vive bajo las reglas de la ley y el orden, nos pueden ocurrir ataques
repentinos e imprevistos en forma de accidentes, causados por criminales
o por el inusitado ataque de un animal. Cada individuo desea, por
tanto, tener una habilidad mínima para poder defenderse, y son las
personas que se han entrenado en estas técnicas de ataque y defensa las
que mejor pueden salvaguardar su integridad. Aquí es donde se ve la
importancia del Atemi-waza".
Jigoro Kano (1860-1938)
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