sábado, 14 de mayo de 2011

TAI - El Judo y la ciencia: leyes de Newton 3 ª parte

  Las Leyes de Newton, también conocidas como Leyes del movimiento de Newton, son tres principios a partir de los cuales se explican la mayor parte de los problemas planteados por la dinámica, en particular aquellos relativos al movimiento de los cuerpos. Debemos el conocimiento de las leyes de la inercia al matemático y astrónomo inglés Isaac Newton (1643-1727), que descubrió los efectos de la tendencia de los cuerpos en movimiento a continuar moviéndose en línea recta siempre que no sean obstaculiza- dos por otra fuerza.

   Las tres leyes del movimiento de Newton puede ser consideradas como el fundamento de la dinámica moderna. Como el cuerpo humano es un cuerpo físico sólido, sus movimientos deben ser estudiados bajo estas leyes. Por tanto, una comprensión completa de estas leyes ​​puede y debe ser el primer paso hacia el aprendizaje de la dinámica en el Judo. 

 Tercera ley de Newton

"Toda acción engendra una reacción de igual intensidad pero de sentido contrario, de modo que la acción es siempre igual a la reacción"
  
  La tercera ley del movimiento se llama la ley de la reacción. Esta ley establece que a cada movimiento o acción hay una reacción. Encontramos numerosos ejemplos de esto en nuestra experiencia diaria. Si un hombre en un bote de remos empuja la tierra con un palo, su barco se alejará de la costa, igual que si una persona de pie en una postura natural delante de un pilar lo empuja con su mano tenderá a desequilibrar- se hacia atrás. Esto se debe a la fuerza de reacción que ejerce su fuerza contra el pilar.
 
  La razón de que un hombre que empuja un pilar no puede ejercer una fuerza superior a 0,5 kilogramos sin caer hacia atrás es que el pilar tiene fuerza suficiente para ejercer una reacción suficiente para vencerlo. Un hombre de 75 kilos puede mantenerse en pie por el mismo hecho, ya que sus extremidades inferiores puede presionar contra el suelo y obtener una reacción de 75 kilogramos. Por lo tanto nos encontramos con que para tirar o empujar un objeto horizontalmente debemos tener una base lo suficientemente fuerte como para ejercer la fuerza necesaria.

 También en este caso, vamos a ver lo que la tercera ley de movimiento nos enseña. La estabilidad de nuestro cuerpo puede ser considerada como de 0,5 kilogramos al estar de pie en posición natural. Por lo tanto, si se presiona el pilar con la mano deberíamos caer hacia atrás si la fuerza de empuje es mayor de 0,5 kilogramos. Sin embargo, sabemos que podemos ejercer una gran fuerza horizontal sobre nuestro oponente sin desequilibrarnos durante la práctica del Judo. Y la fuerza horizontal es extremadamente eficaz para hacer caer a nuestro oponente.

  ¿Cómo podemos pues  aplicar una gran fuerza horizontalmente a pesar de lo que dice la tercera ley del movimiento? La respuesta es uno de los secretos técnicos del Judo. Esto es debido a que al aplicar fuerza contra el cuerpo de nuestro oponente no sólo aplicamos la fuerza de nuestra mano, sino que también aplicamos el impulso producido con todo nuestro cuerpo en movimiento. La tercera ley de movimiento demuestra que una fuerza dinámica producida por todo el cuerpo en movimiento es más importante que la fuerza de los músculos para romper la postura del adversario y hacerle caer, es el resultado de un movimiento rápido y potente de todo nuestro cuerpo.

  Ya que toda acción o fuerza que se aplica a un cuerpo para imprimirle un movimiento ha de vencer resistencias, Tori podrá sacar buen partido de este principio si sabe provocar esas "resistencias" o "reacciones" en el otro y aprovecharlas a su favor. Por tanto, es conveniente ejercitarse en descubrir "como provocar reacciones esperadas para servirse de ellas".










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