miércoles, 20 de julio de 2011

TAI - El Judo y la ciencia: la gravedad y el equilibrio

  Siempre se ha dicho en Judo que es importante vencer a nuestro oponente haciendo uso de su pérdida de equilibrio, y para ello es fundamental conocer y entender la ley de la gravedad. 

 Sabemos que sir Isaac Newton (1643-1727) descubrió la ley de la gravedad cuando le cayó una manzana en la cabeza mientras estaba descansando en la sombra de un manzano. Todos los cuerpos en el universo se atraen los unos a los otros. Por ejemplo, el planeta tierra atrae los cuerpos que se encuentran cerca y a su alrededor, y éstos a su vez también atraen al planeta tierra.

   Puesto que la energía de la atracción, según Newton, es proporcional a la masa del cuerpo que atrae, cuanto más grande es la masa del cuerpo más grande es la atracción que sufre. Todos los cuerpos cerca de la tierra caen a la tierra porque tiene una masa. Un aeroplano o un pájaro comienzan a caer a tierra tan pronto como su energía de vuelo se agota. La fuerza de atracción entre la tierra y un peso de dos kilos es dos veces superior que entre la tierra y un peso de un Kilo.

   La fuerza de atracción entre la tierra y un cuerpo se llama gravedad. Cuando la gravedad es representada por unidades de peso, se conoce como Kilo. Ahora vamos a ver el uso de la ley de la gravedad en el Judo. Cuanto más pesado es el oponente más difícil es poder moverlo horizontalmente e incluso es aún más difícil poder moverlo verticalmente. Aunque por otra parte, al ser más grande, la fuerza de la gravedad actúa más sobre el y eso nos beneficia a la hora de poder desequilibrarle y hacerle caer.
 
  En Judo la gravedad se puede representar como la fuerza que tira del oponente hacia abajo. Si queremos hacer caer a nuestro oponente o mantenerlo inmovilizado primero debemos hacerle perder su equilibrio haciendo que la proyección de su centro de gravedad salga fuera de la base de sustentación y después todo lo que tenemos que hacer es dejar que la fuerza de la gravedad actúe. Entonces dicha fuerza de gravedad trabajará en nuestro beneficio para que podamos proyectarle, derribarle o inmovilizarle sin apenas esfuerzo y así obtener una máxima eficacia con un mínimo esfuerzo

  El kuzushi supone el primer paso para la mejor aplicación de cualquier técnica de Judo. Desde un punto de vista biomecánico, consiste en aproximar lo más posible la proyección del centro de gravedad del judoka sobre el suelo a una o varias de las aristas de su polígono de sustentación. Con ello, se logra que la persona disponga de un equilibrio más precario en el sentido de dichas aristas.

  Para lograr el desequilibrio, Tori utiliza fundamentalmente las acciones motrices de tirar y empujar a Uke a través del agarre, aunque también resulta habitual que Uke se desequilibre por sí sólo a partir de la aplicación de su propia fuerza (por ejemplo, si al empujar Uke a Tori esperando encontrar resistencia, Tori cede). En las acciones que realiza Tori es importante la participación coordinada de todo el cuerpo, y no únicamente de los brazos.

  El tipo de desequilibrios que pueden llegar a realizarse en Judo es infinito. A lo largo de un combate, la base de sustentación de los Judokas adopta muy diversas formas, y también son muy numerosas las direcciones de desequilibrio que se aplican sobre el compañero. No obstante, también desde un punto de vista didáctico, Jigoro Kano simplificó el tipo de desequilibrios existentes en judo resumiéndolos en ocho (Happo no kuzushi). Así, por ejemplo, en migi O-soto-gari se produce un desequilibrio hacia atrás y hacia la derecha, mientras que en O-goshi el desequilibrio es hacia adelante.

  En esta concepción tradicional, el equilibrio o desequilibrio del Judoka es descrito desde una perspectiva individual, es decir, haciendo referencia a una sola persona. Aportaciones más actuales, como la que realiza Thabot (1999) basándose en diversos autores franceses, señalan la necesidad de considerar el equilibrio como una cuestión de pareja. Bajo este punto de vista, el equilibrio o desequilibrio no va a depender únicamente de la base de sustentación creada con el apoyo de los pies en el suelo, sino también por los apoyos que los miembros superiores realizan sobre el cuerpo del compañero. Dichos “apoyos superiores de interposición” logran una gran ampliación de la base de sustentación del Judoka, que pasa a comprender el polígono formado entre sus propios pies y los pies del compañero. 

  Bajo estas condiciones, resulta muy difícil lograr el desequilibrio, y por ello es necesario proceder a la supresión de estos apoyos superiores (brazos del oponente) para poder realizar una proyección eficientemente. El conjunto de acciones  destinadas a eliminar estos apoyos superiores son englobadas bajo la denominación de “apertura”, que conducirá a que la base de sustentación del Judoka quede reducida únicamente a aquella delimitada por sus pies. Sería, por tanto, a partir de una correcta apertura como se llegaría al estudio clásico del desequilibrio en Judo.




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