viernes, 6 de julio de 2012

SHIN - El Judo y su aplicación en la vida cotidiana

SEIRYOKU ZENYO EN LA VIDA COTIDIANA

Ciertas enseñanzas tienen una larga tradición, por lo que la mayoría de las personas las aceptan. Pero cuando la gente no entiende el motivo por el que se enseña de una determinada manera a veces pueden surgir conflictos. Para dar un ejemplo sencillo, prácticamente nadie duda que la diligencia es buena. Pero por otra parte si nos fijamos en esto un poco más de cerca, el significado de este término es bastante ambiguo. Esto se debe a que si la diligencia es siempre una buena cosa, se deduce que no puede haber situaciones en las que es malo ser diligente. Sin embargo, hay situaciones en las que clara y simplemente no es así. Cuando se está cansado mental o físicamente, por ejemplo, ser terco y diligente nos puede traer una lesión o enfermedad.

   Los seres humanos participan en una amplia variedad de actividades. Usted debe seleccionar las cosas buenas de entre ellas y ser diligente, pero usted es diligente de manera irresponsable si está dispuesto a pagar una gran cantidad de esfuerzo en algo que no es de ninguna utilidad y malgastar la energía necesaria para hacer algo bueno con despilfarro. Usted debe elegir cuidadosamente las cosas para que la diligencia se adapte.

Incluso cuando hacemos lo que creemos que es lo mejor exagerar algo puede ser perjudicial. Cuando los estudiantes siguen hasta acabar la lectura de un libro porque sus maestros, padres, o la sociedad consideran que es lo mejor, debe decirse que esto sin duda es diligente, pero también es perjudicial para su salud leer durante tanto tiempo. La diligencia es buena, pero uno debe ser diligente con moderación y en la medida apropiada.

Cuando se considera esto de esta manera, no se puede decir que por que se hizo algo simplemente con diligencia sea necesariamente bueno. Detrás de esta idea debe haber un gran principio rector, es decir seiryoku zenyo. Esto no significa obligarte a ti mismo a ser diligente cuando estés agotado. Por el contrario, usted no puede hacer las cosas tímidamente o al azar. Usted no debe hacer tantos esfuerzos en una cosa y ser incapaz de hacer bien otras cosas. Primero debe crear una imagen de seiryoku zenyo en su mente y después comience siendo diligente. Incluso en algo considerado incondicionalmente beneficioso como ahorrar dinero seiryoku zenyo es esencial para el éxito en general.

Volvamos a un molesto hábito generalizado con demasiada frecuencia: las personas se quejan. ¿Cuál es el punto de quejarse? Esto ciertamente no es divertido para los que tienen que escuchar las quejas. La energía utilizada para hacer denuncias desagradables no puede considerarse seiryoku zenyo. Más bien, toda la energía utilizada para quejarse o refunfuñar debe ser gastada más provechosamente. Esto significa liberarse de desagradables sentimientos dentro en uno mismo y abstenerse de albergar mala voluntad hacia los demás. Al final, esto se traducirá en poner la energía para el mejor uso, no sólo para uno mismo sino también para la mejora de la sociedad. Este principio se debe aplicar todos los días en todo momento.

Devoción por seiryoku zenyo implica esforzarse por actuar desinteresadamente por el bien de la sociedad. Cuando se tiene que  llevar a cabo algún tipo de obligación para la sociedad se tiene todo el derecho a saltarse una comida, una o dos veces al día, pero comer irregularmente cuando no es necesario no es bueno. Por lo tanto, desde el punto de vista de seiryoku zenyo, debe comer una cantidad apropiada cada vez que pueda. Sin embargo, debido a que el trabajo a menudo puede ser difícil, por su bien, el de los demás y el de la sociedad, debe estar dispuesto a perder una comida una o dos veces, aunque no en exceso.

En su trabajo diario, su asignación, sus tareas, en qué orden y de qué manera debe cifrarlo aparte, todo esto debe basarlo en el principio de seiryoku zenyo. En resumen, si la gente está siempre consciente de su situación actual y establecen una norma para el futuro basada en formarse en hacer aquello que les beneficie a ellos y a la sociedad y continuamente regulan su bienestar, entonces la gente podrá estar satisfecha con su vida en todo momento. Cuando intente hacer esto encontrará unas expectativas brillantes de futuro. Esto es por que está haciendo lo que es mejor, y es irrazonable sugerir algo más allá de lo deseable. Usted no puede crear algo de la nada. Usted debe hacer lo que pueda y si está satisfecho ya es suficiente, ante cualquier obstáculo que se encuentre debe  ser capaz de encontrarle solución.

Si realmente entiende seiryoku zenyo y lo pone en práctica, usted puede estar igual haciendo footing o ser como las personas que se pasan años en la contemplación de doctrinas como el Zen y acabar iluminado. Usted puede acabar por conseguir ni más ni menos que estas personas a través de su propia experiencia y entrenamiento. Ningún otro estudio especial o cualquier otra cosa es necesaria. Usted puede disciplinarse simplemente a través de la aplicación de esta simple teoría.

Budismo, confucianismo y cristianismo tienen cada uno su propio principio rector que se puede encontrar a través de su estudio, pero esto es muy difícil. A menudo tengo la oportunidad de intercambiar opiniones con las autoridades sobre el budismo, el confucianismo y el cristianismo. Los que han hecho tal estudio profundo y han cultivado sus mentes dicen hacer lo mismo que yo: la ruta puede variar, pero al final los objetivos tanto de la religión y el aprendizaje son, en última instancia, lo mismo. Sin embargo, esto se limita a aquellos que han participado en un estudio muy profundo. Es difícil encontrar un terreno común con los que han hecho un estudio superficial. Tampoco los puedo asociar con aquellos que simplemente siguen por repetición lo que les ha sido enseñado. Así, a través del judo, estamos enseñando un principio que puede colaborar con los más altos principios del budismo, el cristianismo y el exhaustivo estudio de los filósofos; uno, que al igual que las otras grandes religiones y filosofías, pueda ponerse en acción.

Este principio del judo ofrece un principio básico que puede proporcionar una buena respuesta para cada situación y para cada pregunta. La forma más fácil de dominar este principio básico es el de la práctica de las técnicas del judo e iniciarnos en el Do. Esto se debe a que a través de la práctica conjunta de un arte marcial y de la educación física se puede aprender un método de educación para hacer el uso más eficaz de la energía física y mental. Entonces se aprende cómo aplicar este método a cada uno de los aspectos de los asuntos humanos. Creo que este principio básico es el método más apropiado para resolver las diversas cuestiones morales.

En el pasado pasé tres años viajando por Estados Unidos y Europa dando conferencias. En el extranjero estaban fuertemente preparados en gestión científica y en el fomento de la eficiencia, pero parecía que no habían avanzado mucho. En consecuencia, encontré que muchas personas expresaban su fuerte aprobación hacia mis ideas. Cuando asistí a la reunión que se celebró en Madrid el año anterior a la última reunión de la Unión Interparlamentaria, al final de mi conferencia, dije: "El espíritu de mutua prosperidad debe ser respetado entre las naciones. Si los países consideran su propia ganancia y desprecian la de otros países no podrán alcanzar sus verdaderos objetivos. Cada país debe hacer un esfuerzo para promover la prosperidad mutua y debe llevarlo a cabo con la determinación de hacer todo lo posible por el mundo. Consiguientemente, la reunión de esta unión no debe ser sólo un foro de intercambio de opiniones entre políticos o un debate sobre diversas cuestiones, sino más bien uno en el que nos esforcemos hacia un mundo que esté lleno con el espíritu de prosperidad mutua”. Creo que la paz mundial y el bienestar de la humanidad se tienen que realizar a través del espíritu que nos trae el judo.

Jigoro Kano (1860-1938)
 
 

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