sábado, 8 de diciembre de 2012

TAI - Entrenamiento: el Randori

  El Randori es un simulacro de combate que permite a los compañeros de práctica ejecutar sus técnicas de forma libre. Randori es un ejercicio fundamental de Judo en el que un estudiante utiliza las técnicas que ha pulido mediante el Uchikomi (entrenamiento de repetición) y el Yakusoku-geiko (entrenamiento acordado), para atacar y derrotar al compañero de práctica de una forma que simula una competición real.
 
  El Randori hace hincapié en los conceptos básicos, y requiere que los compañeros de práctica ejecuten (y reciban) las técnicas a plena potencia. De este modo se aprende a desestabilizar al oponente con eficacia, el momento oportuno para atacar y cómo combinar las técnicas, así como la manera de defenderse de éstas y emplear contraataques.

  El Randori es la puesta en práctica de todas las técnicas que hemos aprendido. A través de él, y con la ayuda de nuestro compañero, vamos a llegar a progresar en el conocimiento del Judo.  En este momento debemos poner en práctica lo que anteriormente se ha estudiado, pero con una gran flexibilidad y con el cuerpo y el espíritu muy relajados. No debemos olvidar que Randori no es competición, sino una continuación del estudio, y por ello no hay ni vencedor ni vencido.  Solamente dos Judokas que intentar progresar con su ayuda mutua.  

  El Randori, para su estudio, podemos dividirlo en pie y en el suelo.  El combate en el suelo se inicia como consecuencia de una proyección fallida, que en lugar de darnos la victoria completa (ippon) solo nos ha proporcionado un cuarto de punto (yuko) o medio punto (waza-ari).  En estos casos, el combate que se inició de pie continúa en el suelo.  Sin embargo, en los entrenamientos se pueden iniciar directamente el Randori de suelo, partiendo de la postura de un Judoka tumbado boca arriba y el otro de pie, que es quien inicia el ataque. El Judoka que está de pie y que inicia el ataque (tori) debe evitar en todo momento caer entre las piernas de uke.  A tal fin procurará apartarlas agarrando de la pernera del pantalón.  No quiere esto decir, sin embargo, que el Judoka que está de pie sea el que tiene siempre que ganar: si no anda listo puede caer entre las piernas de su compañero o ser volteado por no controlar las piernas de quien está en el suelo.

   Muchas veces se hace mal el Randori.  Unas veces por defecto, pensando que es una especie de «ballet» en el que uno y otro Judoka se dejan tirar por el compañero alternativamente.  Otras veces por exceso, poniendo una pasión y una vehemencia que corresponde más a la competición (shiai).  El Randori no es ni lo uno ni lo otro.  En el Randori podríamos encontrar como ingredientes fundamentales: habilidad, flexibilidad, relax, control de sí mismo y del compañero, atención para recordar lo estudiado y ponerlo en práctica, memoria para «archivar» los fallos detectados y la posterior corrección, y en último lugar, esfuerzo físico.  No se debe olvidar nunca que en el Randori no hay vencedor ni vencido y que es el mejor momento para someter nuestro Judo al mejor banco de pruebas. 
 
  En un principio es recomendable hacer Randori sólo levantando a nuestro compañero. Ello nos va a permitir hacer la entrada de una técnica con la suficiente velocidad y eficacia sin temor de hacer daño a nuestro compañero. Más adelante, y siempre con máximo control, podemos terminar la proyección.

  No obstante, es aconsejable que siempre que se empiece el estudio de una técnica nueva, y hasta lograr el máximo de equilibrio y control, se haga Randori sólo levantando, sin tirar. También es muy recomendable como ejercicio hacer Randori sin la chaqueta del Judogui. Con ello aumentaremos la dificultad y nos veremos obligados a emplear más la cabeza y el ingenio que la fuerza bruta.  Esto nos va a facilitar el encontrar el momento de máximo desequilibrio de uke y, por tanto, el momento más eficaz para lanzar nuestro ataque.

  El Randori sin chaqueta aumenta la dificultad de la práctica libre y agudiza la atención de los Judokas, obligándoles a buscar el máximo desequilibrio del compañero. Sólo levantando, sin tirar, es un buen ejercicio que va a obligar a tori a controlar su fuerza, a la vez que le permite dosificar la violencia de la entrada de la técnica.  El Randori no es un «ballet», sino un ejercicio completo en el que ambos deportistas progresan.

Randori de acuerdo al compañero

   El Randori es una práctica real donde se realizan simultáneamente movimientos de ataque y defensa y es la práctica central en el Judo. Por ello, se le dedica el mayor tiempo a esta práctica y es donde ocurren la mayoría de los casos de lesiones y accidentes. Por tanto, lo importante desde el punto de vista de evitar lesiones y accidentes es tratar de realizar las prácticas de Randori de acuerdo al objetivo y al compañero.

Ejemplo de 3 modalidades de Randori, de acuerdo al compañero:

Caso de un compañero de mayor nivel técnico

  Pensando que lo lógico es que lo derriben, debe luchar sin estirar los brazos ni doblar la cadera, atacar constantemente sin realizar movimientos forzados y asimilar el kuzushi, el tai-sabaki, la forma de aplicar las técnicas y los ukemis, siendo derribado por el compañero.

Caso de un compañero de un mismo nivel

  Sin pensar demasiado en el ganador, se debe practicar aplicando a fondo la mejor técnica de ataque y defensa.

Caso de un compañero de menor nivel

  Contemplando el nivel técnico del compañero, se le debe estimular facilitándole la aplicación de las técnicas y dejándose caer. A su vez, uno debe tratar de aprovechar la práctica para perfeccionar la aplicación de sus técnicas con un correcto kuzushi y tai-sabaki.

La práctica del Randori

En la práctica del Randori se deben tener presentes algunos aspectos fundamentales:

1. - La posición del cuerpo debe ser generalmente Shizen-tai, no debe adoptarse una postura defensiva. Shizen-tai facilita el desarrollo del Randori al ser la postura que menos cansa, la que más movilidad nos permite y la que más facilita el trabajo de nuestro compañero de prácticas.

2. – Cambiar de compañero de práctica con frecuencia. El Randori no debe ser una práctica pre-establecida, sino abierta a la incertidumbre. Si siempre se practica con los mismos compañeros se terminarán conociendo sus acciones y éste no es el objetivo del Randori.

3. – En el Randori ambos contendientes deben intentar llevar la iniciativa, llevar la iniciativa es una actitud participativa. En el Randori debe primar la actitud ofensiva sobre la defensiva. Un ataque siempre es creativo.

4. – La defensa se debe realizar mediante tai-sabaki, nunca a través de resistencia. El tai-sabaki se facilita manteniendo en todo momento la postura natural (shizen-tai). Con este aspecto se consigue el progreso en Judo, además de evitarse el riesgo de lesión.

5. - Cualquier ataque bien ejecutado ante el que no se ha podido reaccionar, mediante el tai-sabaki debe ser aceptado mediante una buena caída.

6. - El dinamismo durante el Randori (movilidad, sucesión de ataques, tai-sabaki, combinaciones, encadenamientos, cambios en el agarre, caídas frecuentes de ambos contendientes, experimentar técnicas nuevas, etc.) facilita la continua sucesión de situaciones ante las que decidir que hacer para ambos contendientes, lo que influye que sea un medio para el progreso conjunto. Contribuir al dinamismo del Randori es contribuir a una práctica de mejora mutua. Este dinamismo debe respetar el espacio de práctica de los demás practicantes.

7. - El objetivo del Randori no es que no nos apliquen una técnica o las menos posibles, sino que entre ambos contendientes, dentro de una situación real de combate, se apliquen el mayor número de técnicas bien ejecutadas. No olvidemos que esa es la idea del Randori, aplicar los principios y técnicas del Judo. Si en un Randori no son aplicados ni los principios ni las técnicas del Judo no es un Randori. En Randori no se debe cometer el error de valorar una técnica aplicada sobre un compañero como una victoria sobre él.

8. - El Randori al igual que el kata, debemos comprenderlo como un proceso, no como un resultado. Para valorar los resultados existe otra forma de práctica, que es el shiai (competición).


En palabras de Jigoro Kano:
 
"La razón de las prácticas erróneas que se han planteado hoy en día es que las personas han olvidado que la práctica del Randori significa luchar en serio. Si uno lucha en serio, una postura que baje las caderas, separe las piernas, e incline su cabeza hacia delante es sumamente desventajosa. Tanto su cara como su pecho son vulnerables a un golpe del oponente. También es difícil actuar rápidamente para esquivar el ataque del oponente. El golpe (atemi) no se utiliza en la práctica cotidiana del Randori sólo porque es peligroso, pero se tiene que practicar, sin embargo, con la expectativa de que tu oponente puede atacar utilizando golpes en cualquier momento.

El hecho de no prestar suficiente atención a esto es la causa de los errores actuales. Por lo tanto, debe esforzarse en la medida de lo posible por mantener una postura natural, sin que el cuerpo se tense, en particular los brazos y las piernas, y el resto del cuerpo muy relajado para poder moverse libremente. En algunos casos, es aceptable adoptar una postura defensiva, pero sólo temporalmente, una postura natural se debe mantener siempre que sea posible".



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