sábado, 30 de noviembre de 2013

TAI - CORE: el "núcleo" de equilibrio y fuerza

  La palabra CORE puede ser traducida como “núcleo”, es una forma de hacer referencia a la zona lumbar y pélvica de la que dependen muchos de los movimientos que realizamos y de donde surge la fuerza necesaria para todos los movimientos importantes en Judo. 

 El CORE lo podemos delimitar como una “caja” compuesta por el diafragma en su parte superior, los glúteos y lumbares en la parte posterior, el transverso abdominal en la cara anterior y el suelo pélvico en la cara inferior.
  
LA IMPORTANCIA DEL CORE

  Esta zona es clave en el cuerpo humano, ya que es el punto de estabilización corporal para cualquier tipo de movimiento, es la zona que da control corporal, postural y equilibrio en cualquier tipo de técnica. Este centro debe ser estable para que los movimientos de las extremidades, que actúan como palancas, sean firmes y precisos, evitando así los trabajos compensatorios innecesarios en casos de inestabilidad. Piernas y brazos tienen un fulcro común que es el CORE; para que estos segmentos actúen correctamente y apliquen la fuerza necesaria, necesitan un fulcro estable, si éste falla, el sistema mecánico también.

 El fortalecimiento del CORE, o centro de gravedad como localización física de trabajo funcional, es un sistema novedoso de entrenamiento y es uno de los métodos más utilizados hoy en día, donde se trabaja con especial atención la musculatura abdominal y de la espalda con el consiguiente beneficio al mejorar la postura, la elasticidad y minimizando el riesgo de lesiones no solamente de la región lumbar, sino también de las extremidades inferiores y superiores. Un CORE trabajado facilitará movimientos más precisos de piernas y brazos, evitando así trabajo compensatorio innecesario, que a la larga producirá lesiones por sobrecarga.

  En Judo se requiere de una musculatura del CORE fuerte para traccionar con eficacia en las acciones de oposición y también para proteger a la columna de cargas e impactos. Es necesario el trabajo de esta zona desde todos sus ángulos y además, con trabajo propioceptivo que mejore la estabilidad y equilibrio. Por tanto, es necesario un entrenamiento funcional y específico para los gestos de nuestra disciplina.



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