SHIN - Shin-gi-tai: Espíritu, técnica y cuerpo.

  Shin-Gi-Tai, el espíritu (Shin), la técnica (Gi) y el cuerpo (Tai) son los tres elementos esenciales que ayudan a mejorar tanto los resultados de la práctica como el carácter y la personalidad del practicante de Judo.

  Con el ideograma Shin los japoneses se refieren al espíritu, a la mente, a la personalidad y al carácter del practicante de Judo que se relaciona con la madurez interior. El objetivo de la práctica del Judo es conseguir un espíritu noble y correcto. Mediante una práctica correcta obtenemos una personalidad equilibrada, que nos proporcionará la posibilidad de encarar diferentes situaciones diarias con un mayor autocontrol, seguridad y equilibrio.

  El objetivo del entrenamiento en Judo es conseguir la madurez necesaria para poder conocernos mejor y autocontrolarnos, y así luego poder establecer la dominación sobre el oponente. Obtener un espíritu fuerte y resolutivo, un carácter perseverante; alcanzar la posibilidad de tomar decisiones rápida y correctamente ante las diferentes situaciones en las cuales nos encontramos, sin olvidar que las facultades de la prudencia, la paciencia y perseverancia deben ser una constante en el practicante del Judo.

  El Gi, que también se puede pronunciar como waza, representa la técnica y las habilidades propias del Judo. Es la parte del Judo que nos proporciona la capacidad para ser efectivos, la capacidad de mejorar la parte técnica, la destreza personal, la auto-defensa, etc.
 

  Tai, quiere decir cuerpo, representa la eficacia del cuerpo en la práctica del Judo, la energía que se emplea en la acción. En el Judo existen una gran variedad de técnicas, y en cada una de ellas distintas partes del cuerpo son empleadas de diferentes formas. Tanto la preparación física como la práctica de las técnicas en sí han de proporcionar un cuerpo fuerte, ágil y flexible, músculos y huesos más fuertes y el refuerzo de la salud en general.

  Sólo con un equilibrio total del Shin-gi-tai puede conseguir que la práctica del Judo sea positiva, efectiva, ideal. La correcta evolución del Judo tradicional es aquella que comporta la fusión de las actitudes y aptitudes física, mental, espiritual, moral y unos amplios conocimientos técnicos.