En 1894, estalló la guerra chino-japonesa. Con la consiguiente fiebre guerrera, la cual Jigoro Kano no hizo nada por alentar, se hizo más popular la práctica del Judo. Fue entonces cuando aconteció el incidente con el "ladrón de alimentos".
Durante varias noches seguidas, un intruso invadió el Kodokan y robó comida de los estudiantes internos. Dos estudiantes de entonces decidieron montar guardia, pero cuando se encontraron con el ladrón, que iba vestido como un ninja, fueron fácilmente vencidos y brutalmente golpeados.
Después de vencer a los dos estudiantes, el villano bromeó, "¡Sois unos débiles patéticos! es que no teneis a nadie mejor para poner de guardia? ". Al día siguiente se informó de lo sucedido la noche anterior, entonces los miembros más antiguos del Dojo se avergonzaron. Sería un mala publicidad para el Judo si se supiera que fueron necesarios cuatro o cinco hombres del Kodokan para someter a un solo atacante, por lo que se decidió pedir ayuda a Sakujiro Yokoyama (1862-1912) para defender el honor del Kodokan.
Conocido por su devastador Tengu-nage y apodado el "demonio" (Oni) , Yokoyama se enfrentó una vez al campeón de Ju-jutsu Nakamura en un combate que duró 55 minutos, hasta la llegada del jefe de la Policía Metropolitana que declaró el combate empatado. La noche siguiente, como estaba previsto, el bandido saltó desde el techo y un épico combate comenzó. Quienquiera que fuera el villano, sin duda era un experto en boxeo chino, pero Yokoyama mantuvo su posición. Ninguna de las partes pudo cantar victoria, pero el ladrón huyó y nunca más volvió a desafiar a Yokoyama o a cualquiera de los estudiantes del Kodokan.
Texto del libro Three Budo masters de John Stevens.
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