Un maestro de Judo, que paseaba por la mañana junto a un alumno por la orilla de un río, vio cómo un escorpión se estaba ahogando, entonces decidió sacarlo del agua, pero cuando éste lo hizo, el escorpión le picó en la mano.
Por la reacción al dolor, el maestro soltó al animal, que cayó al agua y de nuevo comenzó a ahogarse. El maestro de nuevo intentó sacarlo y otra vez el escorpión le volvió a picar.
El alumno, que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:
- Perdone maestro, ¿por qué intenta ayudar al escorpión?, ¿No entiende que cada vez que usted intente sacarlo del agua le picará?.
- La naturaleza del escorpión es picar y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar -respondió el maestro.
Y entonces, ayudándose de una rama cercana, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.
No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones y aprende para que no vuelva a ocurrir.
Que la conducta de los demás jamás condicione la tuya.
Por la reacción al dolor, el maestro soltó al animal, que cayó al agua y de nuevo comenzó a ahogarse. El maestro de nuevo intentó sacarlo y otra vez el escorpión le volvió a picar.
El alumno, que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:
- Perdone maestro, ¿por qué intenta ayudar al escorpión?, ¿No entiende que cada vez que usted intente sacarlo del agua le picará?.
- La naturaleza del escorpión es picar y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar -respondió el maestro.
Y entonces, ayudándose de una rama cercana, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.
No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones y aprende para que no vuelva a ocurrir.
Que la conducta de los demás jamás condicione la tuya.
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