sábado, 25 de abril de 2015

TAI - Educación física y Judo

  La educación física es la disciplina que abarca todo lo relacionado con el uso del cuerpo. Desde un punto de vista pedagógico, ayuda a la formación integral del ser humano. Esto es, que con su práctica se impulsan los movimientos creativos e intencionales, la manifestación de la corporeidad a través de procesos afectivos y cognitivos de orden superior. De igual manera, se promueve el disfrute de la movilización corporal y se fomenta la participación en actividades caracterizadas por cometidos motores. De la misma manera se procura la convivencia, la amistad y el disfrute, así como el aprecio de las actividades propias de la comunidad.

  Para el logro de estas metas se vale de ciertas fuentes y medios que, dependiendo de su enfoque, ha variado su concepción y énfasis con el tiempo. Sin embargo, lo que es incuestionable, son las aportaciones que la práctica de la educación física ofrece a la sociedad: contribuye al cuidado y preservación de la salud, al fomento de la tolerancia y el respeto de los derechos humanos, la ocupación del tiempo libre, impulsa una vida activa en contra del sedentarismo, etc. Los medios utilizados son el juego motor, la iniciación deportiva, el deporte educativo, la recreación, etc. La tendencia actual en educación física es el desarrollo de facultades que permitan la mejor adaptabilidad posible a situaciones cambiantes en el medio y la realidad.

  De esta forma, la educación física pretende desarrollar las competencias siguientes: la integración de la corporeidad, expresión y realización de desempeños motores sencillos y complejos, el dominio y control de la motricidad para plantear y solucionar problemas.
 
   Uno de los principales propósitos generales de la educación física es lograr que aquellos que la practican habitualmente adquieran de un estilo de vida activo y saludable. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en la Carta de Ottawa (1986), considera los estilos de vida saludables como componentes importantes de intervención para promover la salud en el marco de la vida cotidiana, en los centros de enseñanza, de trabajo y de recreo. Pretende que toda persona tenga cuidados consigo mismo y hacia los demás, la capacidad de tomar decisiones, de controlar su vida propia y asegurar que la sociedad ofrezca a todos la posibilidad de gozar de un buen estado de salud. Para impulsar la salud, la educación física tiene como propósitos fundamentales: ofrecer una base sólida para la práctica de la actividad física durante toda la vida, desarrollar y fomentar la salud y bienestar de los estudiantes, para ofrecer un espacio para el ocio y la convivencia social y ayudar a prevenir y reducir los problemas de salud que puedan producirse en el futuro.




Fuente: es.wikipedia.org/wiki/Educación_física


domingo, 19 de abril de 2015

SHIN - Adaptarse al oponente

  En la práctica cotidiana la competición se destaca a menudo, mientras que el espíritu esencial del judo se descuida. Si bien puede ser un momento de orgullo, la competición entre escuelas no es el objetivo final del estudio y la práctica del judo. Los estudiantes no deben practicar el judo para la competición, sino más bien para ser capaces de utilizarlo para lograr un mayor efecto en la vida. Por lo tanto, la competición no es un objetivo, sino un medio hacia el logro de un objetivo más noble.

  De esta manera, como lamentablemente sucede con frecuencia, en la competición entre las escuelas de judo los competidores utilizan varios trucos sucios o simplemente tratan de escapar del  oponente con el fin de evitar perder, y esto no es acorde con el espíritu del judo. Cuando los estudiantes compiten contra otros estudiantes en la escuela, deben adaptarse a su oponente en la mayor medida posible, y si consiguen la victoria como resultado de habilidades superiores y mejores métodos, entonces  la victoria es verdadera.

  Digamos que usted tiene un libro de referencia útil que reserva únicamente para si mismo y no lo muestra a ninguna otra persona, o un compañero de clase está fuera durante un día por enfermedad, pero usted no le muestra las notas de ese día. Si a continuación, usted obtiene una mejor calificación en las pruebas, no es una victoria real. De la misma manera, en la competición o en la lucha, sentirse orgulloso de usted mismo después de ganar a su oponente incorrectamente, es no cumplir con el espíritu del judo. En la medida de lo posible, debe adaptarte al oponente y competir de forma tal que le permita utilizar sus técnicas sobre usted libremente. Si no gana usando técnicas superiores a las de su oponente o volviendo su técnica contra él, no podrá decirse que sea una verdadera victoria. Una particular atención a estas cuestiones es esencial. 

 Jigoro Kano (1860-1938)


sábado, 11 de abril de 2015

GI - Gokyo no Waza - Dai Ikkyo

  Desde la creación del Judo en 1882, el maestro Kano y sus alumnos tuvieron que adaptar las antiguas técnicas de Jujutsu y desarrollar otras nuevas para su uso más racional en randori. La necesidad de enseñar estas técnicas de forma más efectiva vino más tarde, en el año 1895, cuando el Kodokan estableció el Gokyo no Waza.

  Más adelante, el Gokyo fue elaborado de nuevo con un total de 40 técnicas en el año 1920, debido a los cambios que se hicieron en el uso del nage-waza en randori. Generalmente, la antigua versión es conocida como "Kyu Gokyo no Waza" y la posterior como "Shin Gokyo no Waza". En esta revisión del Nage-waza, ocho técnicas que estaban incluidas en el Kyu Gokyo no Waza fueron excluidas del Shin Gokyo no Waza, y en su lugar se añadieron seis técnicas nuevas.

  Con motivo del centenario del Kodokan en 1982, un total de 8 técnicas que se habían apartado en 1920 fueron reconocidas de nuevo, y 17 técnicas nuevas fueron reconocidas como oficiales (conocidas como Shinmeisho no Waza). En 1997, el Kodokan añadió las dos últimas técnicas al Shinmeisho no Waza.

  El Gokyo no Waza, fue el instrumento que diseñó el maestro Jigoro Kano para hacer posible su pedagogía del Judo; era necesaria una clasificación eficaz y racional, para desarrollar la didáctica del Judo. El Gokyo no waza es un clasificador pedagógico de la estructura de las técnicas del Judo, el cual está ordenado o dispuesto con un criterio racional del nivel de complejidad del movimiento y del aprendizaje del estudiante. La estructura del Gokyo no waza va desde lo más sencillo a lo más complejo y está estrechamente relacionada con el conocimiento del estudiante, y también con la simplicidad de la biomecánica y eficiencia de los movimientos. 

  El Gokyo no Waza se compone de 40 técnicas agrupadas en 5 principios o grupos.  En el primer grupo (Dai Ikkyo) podemos encontrar algunas de las técnicas de proyección más importantes a nivel pedagógico.







viernes, 3 de abril de 2015

TAI - El entrenamiento prescriptivo

  Igual que un médico receta un remedio específico para una enfermedad específica, un entrenador deportivo puede prescribir un programa de entrenamiento para remediar una deficiencia específica en el rendimiento de un atleta. La clave para el desarrollo de programas de entrenamiento está en entender que éstos no son de "una talla única para todos". Cada programa de entrenamiento debe adaptarse al nivel competitivo de los atletas y sus necesidades  individuales. Competidores júnior, mujeres, tercera edad, deportistas de élite, e incluso Maestros, todos tienen necesidades específicas. Del mismo modo, un atleta que se incorpora a los entrenamientos competitivos después de una lesión o un largo descanso requerirá de una atención especial.

  Como ejemplo práctico, si un deportista está excesivamente fatigado en el tercer minuto de un combate de cinco minutos, un entrenador observador debe prescribir más entrenamiento cardiovascular. O si un competidor es débil en el suelo, entonces el entrenador tiene que prescribir trabajo adicional de suelo y escapes de osaekomi-waza. Esto puede complementarse con pesas para mejorar la fuerza de la parte superior del cuerpo, ya que el tener un fuerte press de banca sin duda puede ayudar a escapar de una Inmovilización.

  Hace ya un tiempo, tuve la oportunidad de observar a un joven cinturón azul que venía de visita procedente de otro club. Tenía trece años de edad, y a juzgar por el dorsal que llevaba en la espalda, supe que había luchado en los campeonatos nacionales. A primera vista tenía todas las características de un competidor infantil avezado. Estaba estructurado sólidamente, tenía un buen conocimiento del Kumi-kata, y atacaba tan pronto tenía un agarre. El problema era que no tenía técnicas de judo eficaces y, por lo tanto, no fue capaz de lanzar a cualquiera de sus oponentes en randori. Al hablar con él, enseguida me dí cuenta de que no sabía nada de la terminología japonesa para tachi-waza o ne-waza.

  Al final resultó que este muchacho procedía de un club de lucha y que practicaba la lucha libre y el Sambo. Ninguno de sus instructores habían sido profesores de judo o entrenadores capacitados formalmente en el verdadero sentido de la palabra, y el judo era simplemente una de las muchas actividades que se ofrecían en su club de lucha. Probablemente, este joven luchador nunca pasará de las categorías inferiores y podrá llegar a ser un judoka completo con un amplio repertorio de técnicas de judo eficaces. El entrenamiento prescrito, en este caso, sería el dar un paso atrás en la competición y empezar a desarrollar las habilidades técnicas de este joven atleta.

  A menudo vemos un problema similar en competidores Senior que son físicamente muy fuertes. En los niveles más bajos de randori y competición, estos deportistas son capaces de conseguir algunas victorias con fuerza bruta. Sin embargo, al depender de la fuerza bruta, no logran desarrollar la velocidad, el tiempo, y la técnica. En el momento en que empiezan a competir en competiciones de más nivel con cinturones marrones y negros, empiezan a tener dificultades en el tatami o son penalizados por brazos rígidos y lucha defensiva.

  El entrenamiento prescrito, en este caso, consistiría en obligar al deportista a dejar de usar la fuerza bruta y ​​empezar a desarrollar mejores hábitos de judo. Esto requiere de uchikomis en movimiento de forma regular, nagekomi y randori con estudiantes de más nivel. Cada vez que el estudiante de más nivel siente que el otro usa la fuerza bruta, éste debe lanzarle. El objetivo es demostrar que la velocidad, el tiempo y la técnica ganan a la fuerza bruta. La enseñanza y el dominio de ashi-waza es también una valiosa herramienta para mejorar la técnica y el 'timing'.

  Para una mujer competidora que es buena técnicamente, esto puede ser a la inversa. A menudo es necesario centrarse en el entrenamiento de fuerza para darle una ventaja añadida en la competición. Genéticamente, las mujeres tienen menos masa muscular y fuerza en la parte superior del cuerpo que los hombres; y si observamos la competición femenina de élite, a menudo es evidente que muchas mujeres pierden su agarre al atacar. Si no hay agarre, no hay proyección. Así que el entrenamiento prescrito comenzaría con el entrenamiento de fuerza de la parte superior del cuerpo, subir la cuerda, tirones en polea, Kettle-bells y cross training. Con una fuerza de agarre suficiente, las mujeres competidoras desarrollarán el Kumi-kata necesario y la fuerza superior del cuerpo.

  Para un adulto mayor que regresa al judo, el principal problema es que, después de años de vida sedentaria, muchos de sus músculos se han atrofiado y los tendones y articulaciones se han vuelto rígidos e inflexibles. También pueden tener lesiones anteriores, tales como prótesis de cadera o de rodilla. El programa de entrenamiento prescrito debe implicar un período prolongado de acondicionamiento de baja intensidad destinado a prepararlos para los rigores del entrenamiento de judo. Esto puede comenzar por simplemente caminar o con ejercicios de más bajo impacto como la natación. El estudiante mayor debe calentar y estirar a fondo diariamente, y no sólo antes de la práctica del judo. El randori con los competidores más jóvenes no es recomendable al principio, en cambio si es recomendable el uchikomi y el randori en el suelo moderado.

  Para concluir, no existe sustituto del entrenamiento duro en judo, pero el entrenamiento duro solamente no produce campeones o entrenadores competentes. Más bien, lo que puede producir son lesiones innecesarias y la jubilación anticipada de los Tatamis. El entrenamiento duro debe ser potenciado mediante el entrenamiento inteligente si el atleta desea mantener una buena salud y alcanzar el nivel de la élite. Corresponderá al entrenador introducir el elemento de entrenamiento inteligente, y lo más importante, establecer metas basadas ​​en las necesidades del individuo. El proceso de entrenamiento prescriptivo debe comenzar con una evaluación individual de los puntos fuertes y débiles del deportista, para incluir: habilidades técnicas y tácticas, experiencia en la competición, la resistencia, la fuerza física, actitud mental, y objetivos personales a corto y largo plazo. Sólo después de una evaluación completa, previa al entrenamiento,  el entrenador y el atleta pueden tener una relación de cooperación para un desarrollo eficaz en el futuro.