Es muy difícil salir de una inmovilización cuando está bien hecha. Por tanto, no debemos olvidar dos puntos importantes que se repetirán a lo largo de todo el estudio de las técnicas en el suelo. No permitir que nuestro compañero tome contacto con nosotros si ha rebasado la línea de nuestras piernas, pues de inmediato nos inmovilizará y será muy difícil escapar.
En segundo lugar, no debemos olvidar que si ya estamos inmovilizados, nuestra esperanza es aprovecharnos de los fallos que nuestro compañero haya podido cometer en la acción de inmovilizar, pues hay que decir, en honor a la verdad, que es muy difícil inmovilizar perfectamente.
De esos fallos hemos de aprovecharnos. Para las inmovilizaciones de los grupos kesa y yoko, la mejor forma de salir es con la "gamba"y el "puente", y para las inmovilizaciones de los grupos kami y tate, la mejor forma de salir es el giro del propio cuerpo.
Otra cuestión muy importante: el combate en el suelo, como todo el judo, es una demostración de inteligencia, no de fuerza bruta. Por eso no debe plantearse un combate en el suelo a toda costa, sino cuando tengamos garantías de éxito. Así pues, si tenemos dudas de nuestra eficacia en la lucha en el suelo o caemos entre las piernas de uke, inmediatamente de pie.
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