Es el espíritu de audacia y endurecimiento. Significa hacer lo que es justo. Saber lo que es justo, y no hacerlo, es una ausencia de coraje.
Exponerse imprudentemente sin razones justas no es valor. Coraje es saber las cosas que una persona debe creer y las que no. Valor, intrepidez y coraje son las expresiones de la nobleza del alma.
La persona valiente conserva siempre su serenidad y lucidez. Nada perturba su calma. En catástrofes, peligros o sufrimientos sabe dominarse. Antiguamente el coraje apenas se consideraba una virtud si no estaba acompañada de la rectitud. Confucio enseñaba que: “percibir aquello que es correcto hacer y luego no hacerlo es falta de coraje.”
Entonces podríamos decir que tener coraje es: hacer lo correcto sin importar las consecuencias ni la multitud. Los guerreros Samurai creían que correr hacia el peligro, hacia las mismísimas fauces de la muerte era considerado valentía. Pero si el fin por el cual un guerrero se arriesgaba era insignificante y moría, se decía que tuvo la muerte de un perro. Por ende podemos comprender que si bien el coraje es una virtud, si no está justificado por una causa noble e importante y acompañado de la reflexión se considera imprudencia y estupidez.
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