Los Principios Esenciales del Judo, por Kyuzo Mifune (1883-1965).
Acción flexible de la mente y superación de la rigidez y solidez física.
El verdadero espíritu del Judo no es otra cosa que un espíritu amable, suave y diligente. El Judo descansa en la flexibilidad de la mente y el cuerpo. La palabra “flexible” sin embargo, nunca significa debilidad o laxitud sino mas bien adaptabilidad y apertura mental. La amabilidad y suavidad siempre supera a la fuerza.
(Este principio esta arraigado en la mentalidad oriental desde tiempos antiguos. Ya Lao Tse, el legendario fundador del Taoísmo, decía que “lo suave vence a lo duro, lo flexible a lo rígido”. En las artes marciales de oriente prima el principio de ser como el agua: flexible y fluida, es la que modela el paisaje. Se puede comparar este principio con el aspecto de los modernos combates de Judo deportivo. Nota del Traductor.)
Mostrar la mayor vitalidad y atención en la peor situación.
Los peligros tienden a ser imprevistos y en muchos casos nos encontraremos con la peor situación posible. En estos casos, el Judo debería mostrar claramente su significado esencial. La especialidad del Judo es la transformación de la desventaja en ventaja y la libertad de acción en las situaciones difíciles, detectando rápidamente los puntos débiles del oponente y cambiando de posición, superando el peligro.
Ser descuidado es igual a perder el principio esencial
Debéis prestar plena atención y energía al estudio del Judo con entusiasmo y sinceridad. La transformación de la desventaja en ventaja es un arte sutil y no esta permitida ni una pizca de perdida de atención.
(Musashi Miyamoto, el legendario maestro de la espada y autor del “libro de los cinco anillos” comenta que las artes marciales constituyen “el arte de la ventaja”, la capacidad de transformar una situación de desventaja en una ventajosa en todos los aspectos de la vida, no solo los aspectos del combate marcial. Esta idea permanece arraigada en prácticamente todas las escuelas posteriores de artes marciales de Japón. N. del T.)
No adherirse nunca a una idea fija y mantenerse en un estado de auto-aniquilación.
Ser flexible requiere la superación de la idea de la vida y la muerte. Si un oponente más fuerte no te produce temor, sino que mantienes una mente pura libre de ego, tu actividad no se verá entorpecida por nada y mostrarás una adaptabilidad infinita y una capacidad infinita para el cambio.
(La comprensión de la mente pura sin ego y el pensamiento por encima de la idea de vida y muerte requiere un trabajo considerable. No hay que confundirla con una actitud de “desprecio a la vida”, sino mas bien con una forma de actuar con plena naturalidad, sin obstáculos mentales. Esta idea procede del Budismo, que ha constituido una marcada influencia en las escuelas de artes marciales de Japón. N. del T.)
Nunca despreciar las cosas como naderías, sino mantener la mente fiel.
La mente, si se debilita aunque sea muy poco, provocará la derrota del mismo modo que temer a tu oponente impide que puedas usar todos tus recursos. Si estas centrado en ganar el combate no podrás aprehender la verdad del momento presente. La verdad es un factor libre, no planeado, pero que se encuentra cuando la mente esta en su estado natural.
(Esta idea es consecuencia de la anterior. La mente en estado natural es la mente libre de ego, libre de la necesidad o deseo de vencer y del temor al dolor o la muerte. Cuando esas ideas no bloquean al artista marcial su movimiento gana en eficacia y fuerza. N. del T.)
"El verdadero propósito del Judo no es ganar, sino personificar la verdad que contiene."
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