Una vez, hace ya mucho tiempo, un pequeño y delgado maestro de Judo presenciaba una demostración de fuerza por parte de un fornido hombre durante un festival de verano en su pueblo natal.
Aquel hombre hizo una demostración de como mover grandes piedras utilizando su enorme fuerza muscular. Cuando el musculoso hombre había movido unas cuantas piedras, levantándolas y haciéndolas rodar, le preguntó al maestro:
"¿puede un Judoka hacer esto?".
"¿puede un Judoka hacer esto?".
"Sí. Es muy fácil", contestó el maestro de Judo.
"¿De verdad?, ¿podemos ver qué tipo de técnica utiliza un Judoka?", le dijo el gigante retándolo.
"Por supuesto. Por favor, coloca las piedras. Volveré dentro de un minuto, le dijo el maestro".
El maestro de Judo volvió con un palo largo para utilizarlo como palanca, y con ayuda de una pequeña piedra como punto de apoyo levantó e hizo rodar todas las piedras una tras otra con un mínimo de esfuerzo ante el asombro de todos los presentes.
"¿Como es posible que hayas podido mover estas piedras sin apenas esfuerzo?, le preguntó el hombre.
"Ya te dije que era fácil. La utilización eficaz de la energía es un principio clave en el Judo".
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